El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, ha admitido que la admisión de Grecia en el euro fue un «error», porque se presentó con cifras falsas y su economía «no estaba preparada», lo que ha terminado por lastrar a todos los países europeos con moneda única y que ahora pagan las «consecuencias».
Con la cumbre de líderes europeos en Bruselas aún reciente y en una poca habitual entrevista en televisión, en TF1 y France 2, Sarkozy ha pedido a Grecia «reformas» y «esfuerzos» y ha advertido de que un equipo de negociadores europeos analizará «punto por punto» si cumple sus compromisos para recibir la ayuda internacional.
El mandatario galo ha advertido de que, dada la situación de Grecia, toda la zona euro se arriesga a ser «arrastrada», si bien ha apuntado que el país heleno «puede salvarse gracias a las decisiones de ayer por la tarde», entre ellas la quita del 50 % de su deuda soberana.
«Fue un error dejar entrar a Grecia porque entró con cifras falsas, su economía no estaba preparada para la integración en la eurozona», ha lamentado Sarkozy, sobre una decisión tomada en 2001 pero cuyas «consecuencias» se pagan hoy.
Por el momento, Francia se ha comprometido a dar 11.500 millones de euros a Grecia a un tipo de interés que varía entre el 3 y el 5 %, ha recordado Sarkozy, quien se ha referido también a los datos internos de la economía francesa y ha confirmado una rebaja de su crecimiento. El PIB francés repuntará este año un 1 % y no un 1,75 % como se había previsto inicialmente, ha indicado el presidente, que ha culpado a la «crisis» de esta variación.
Francia tendrá que apretarse el cinturón y aprobar reformas mediante las cuales obtener entre 6.000 y 8.000 millones adicionales, según Sarkozy, que ha querido separar la responsabilidad de la situación económica actual de las agencias de calificación crediticia y, en cambio, ha señalado directamente al elevado nivel de gasto. «En lugar de criticar a las agencias, reduzcamos nuestro déficit y paguemos nuestra deuda», ha dicho, antes de hacer hincapié en que Francia paga anualmente 49.000 millones de euros en intereses.
El mandatario francés ha descartado que los millones que necesita su país para equilibrar el presupuesto vayan a proceder de un aumento generalizado del IVA porque, ha explicado, repercutiría en el consumo y sería «fácil e injusto». Sarkozy ha aclarado que desvelará en un plazo de diez días el contenido de las nuevas medidas, después de la reunion del G-20 prevista para los días 3 y 4 de noviembre en Cannes.
En relación a los bancos, protagonistas de la cumbre de ayer por la futura recapitalización a nivel continental, Sarkozy ha apelado a la «confianza» y ha afirmado que el Banco de Francia contará con poder para «sancionar y controlar» a estas entidades, algo que se plasmará en un primer encuentro que el gobernador Christian Noyer mantendrá con los principales responsables de estas empresas. «El gobernador velará por que los bonus y las remuneraciones entran dentro de una práctica normal», ha prometido.
Elecciones en 2012
Sarkozy, que no daba una entrevista en televisión desde febrero, también ha hablado de cuestiones de política interna y ha aclarado, entre otros temas, que por el momento no tiene pensado confirmar su candidatura para las próximas elecciones presidenciales.
Pese a que se da prácticamente por seguro que aspirará a la reelección por la Unión por un Movimiento Popular (UMP) en los comicios de 2012, el presidente ha aplazado este debate hasta «finales de enero, principios de febrero».
A la pregunta de si será el candidato del Partido Socialista (PS), François Hollande, el principal rival en los comicios de dentro de seis meses, Sarkozy ha declarado que es algo «verosímil».