El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, celebra esta mañana sendas reuniones bilaterales con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y con la canciller alemana, Angela Merkel, antes del inicio de la cumbre del G-20 de Cannes para abordar la crisis de deuda de la eurozona.
Las autoridades norteamericanas han presionado durante los últimos días a la UE para que dé una solución definitiva a la crisis por considerar que amenaza la estabilidad financiera mundial y podría provocar una recaída en la recesión. El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, ha vuelto a advertir de que la crisis de deuda es uno de los principales riesgos para la economía estadounidense.
Tras las reuniones con Obama, Sarkozy y Merkel se reunirán a las 10.30 con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y los representantes de las instituciones europeas para celebrar una minicumbre del Eurogrupo, a la que también está invitado el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Los líderes europeos abordarán la nueva crisis provocada por la decisión de Grecia de convocar un referéndum el 4 de diciembre sobre las condiciones que exige la UE y el FMI a cambio de su rescate. Merkel y Sarkozy anunciaron este miércoles que la ayuda urgente de 8.000 millones de euros que estaba previsto entregar a Atenas a mediados de noviembre se congela hasta conocer los resultados de la consulta.
Los dos mandatarios dejaron claro que el ‘no’ significaría la salida de Grecia de la eurozona y pidieron acelerar el refuerzo del fondo de rescate para contener el contagio a Italia y España. Los trabajos comienzan este jueves con una reunión de los ministros de Finanzas alemán, Wolfgang Schaüble; francés, François Baroin; y el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn.