El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, y la canciller de Alemania, Angela Merkel, presentarán «en los próximos días» su propuesta para reformar los tratados de la Unión Europea (UE), en la que no se incluiría una posible reforma del Banco Central Europeo, a quien se han comprometido a no realizar ninguna petición.
En una rueda de prensa junto al primer ministro italiano, Mario Monti, Merkel y Sarkozy incidieron en la «independencia» de la institución presidida por Mario Draghi y subrayaron que las modificaciones de los tratados tienen como objetivo avanzar hacia una colaboración más profunda en materia política y hacia una mayor unión fiscal.
El presidente francés expresó en nombre de los tres mandatarios todo su confianza en el BCE y en sus responsables y mostró su respeto a la independencia de esta «institución esencial». Por este motivo, recalcó que evitarían hacer cualquier tipo de solicitud positiva o negativa al banco central.
En esta misma línea, la canciller alemana incidió en la independencia de esta institución y, por ello, aseguró que una modificación eventual del tratado no afectaría al órgano encargado de la política monetaria.
Respecto a la reforma de los tratados, Sarkozy apuntó que se está trabajando para presentar «en los próximos días», antes del Consejo Europeo del 9 de diciembre, una serie de propuestas que tiene como el objetivo de recuperar la confianza y evitar que vuelva a ocurrir lo que está viviendo actualmente Europa.
Por su parte, Merkel incidió en que lo primero es dar pasos para avanzar hacia una mayor unión fiscal, por ejemplo reforzando el Pacto de Estabilidad y Crecimiento para que pueda imponer sanciones automáticas, así como implementar los acuerdos adoptados el 26 de octubre, pero matizó que estas mejoras no le llevarán a cambiar de postura sobre el BCE o los eurobonos.
En este sentido, la canciller alemana subrayó que se realizará una propuesta para que exista una cooperación política «más estrecha» para devolver la confianza en la política europea.
En esta misma línea, Monti defendió que esa mayor unidad fiscal es necesaria para dar más estabilidad a la zona euro, aunque añadió también que cada país tiene que hacer sus deberes en su propia casa.
Acerca de las diferencias de opiniones con la canciller alemana, Sarkozy aseguró que ambos países están intentando entenderse y converger hacia un mismo punto, respetando sus líneas rojas. Además, sumó al primer ministro italiano a su proyecto, para crear un grupo lo más estable posible para recuperar la confianza.
Estrella Digital/EP