Repsol ha convertido la expansión internacional por la región de Iberoamérica en uno de los pilares de la estrategia de YPF, que en apenas tres años ha pasado de tener presencia en dos países a desarrollar proyectos en siete, sin incluir Argentina.
Según una presentación ante analistas realizada por el director operativo de YPF, Ignacio Morán, el grupo dispone ya de actividad de exploración y producción en Estados Unidos, Guyana, Colombia, Uruguay y Perú, así como negocios de lubricantes en Brasil y Chile, donde además suministra hidrocarburos a la aviación.
Hace apenas tres años, la actividad iberoamericana de YPF se limitaba a la exploración y producción en Estados Unidos y Guyana. Tres años después, ha apostado por el ‘off shore’ y desarrolla cuatro bloques en Uruguay y Combia, así como otros cuatro, esta vez en tierra, en Perú.
Estas actividades se desarrollan al margen del negocio en Argentina, donde YPF cuenta con 91 concesiones en las cuencas más productivas, que le procuran unas reservas de 982 millones de barriles de petróleo o equivalente.
En el país, el mayor potencial lo ofrece la cuenca Neuquina, donde YPF dispone de reservas probadas por 628 millones de barriles, de los que el 45% corresponde a petróleo y el 55% restante a gas.
Además de la expansión internacional, YPF se ha marcado como retos estratégicos mejorar la tasa de recuperación de reservas, mantener un porcentaje de reemplazo del 100% y desarrollar los hallazgos de hidrocarburos no convencionales, entre otros.
YPF procura cerca del 35% del beneficio bruto de explotación (Ebitda) de Repsol y concentra el 30% de las inversiones. La filial argentina está participada en un 57,4% por Repsol y en un 25,4% por el Grupo Petersen, mientras que el 17% restante corresponde a ‘free float’.
Estrella Digital/EP