Los ministros de Economía de la eurozona han acordado este martes desbloquear la ayuda urgente de 8.000 millones de euros que Grecia necesita para no suspender pagos las próximas semanas, según han confirmado fuentes comunitarias. España aportará alrededor de 750 millones de esta asistencia.
La ayuda corresponde al sexto tramo del primer rescate de 110.000 millones de euros que se aprobó en mayo de 2010.
Los fondos se han descongelado después de que los líderes de los principales partidos políticos griegos -incluido el conservador Antonis Samaras, que inicialmente se resistía- hayan garantizado por escrito a la UE que cumplirán el plan de ajuste que debe aplicar Atenas a cambio de la ayuda.
El Eurogrupo ya había autorizado a finales de octubre el pago de los 8.000 millones, pero decidió congelar su desembolso el 2 de noviembre después de que el ex primer ministro, George Papandreu, anunciara por sorpresa su intención de convocar un referéndum sobre el rescate.
En aquel momento, justo antes del inicio de la cumbre del G-20 en Cannes, el presidente francés, Nicolás Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, amenazaron a Grecia con la salida del euro.
Tras la retirada del referéndum y la formación de un Gobierno de unidad nacional dirigido por Lucas Papademos, el Eurogrupo exigió una garantía escrita para asegurarse de que los recortes se pondrán en marcha gane quien gane las elecciones anticipadas previstas el año que viene .
El viceprimer ministro heleno y responsable de Finanzas, Evangelos Venizelos, ha sostenido a la entrada de la reunión que Grecia ha cumplido todas las «condiciones necesarias» para recibir la ayuda urgente.
«Tenemos el necesario consenso político, tenemos la necesaria unidad nacional y también el compromiso nacional y la determinación de seguir avanzando», ha dicho Venizelos a la entrada de la reunión de ministros de Economía de la eurozona.
El Eurogrupo debe ultimar ahora el segundo rescate para Grecia, que incluye otros 130.000 millones de euros de ayudas de la UE y el FMI y una quita del 50% en los bonos griegos en manos de inversores privados. El objetivo es que la deuda griega se rebaje hasta el 120% del PIB en 2020.