Standard & Poor’s (S&P) ha revisado la calificación de la deuda a largo plazo de Baleares situándola en el nivel ‘A’, lo que está motivado fundamentalmente por el empeoramiento de la liquidez, derivado de las desviaciones presupuestarias, y la disminución de las líneas de tesorería del último año.
La agencia de calificación crediticia señala en su informe que el elevado déficit en 2010 y en los dos primeros trimestres de 2011 y la fuerte reducción de las líneas de crédito disponibles en marzo de 2011 han debilitado la posición de liquidez de las islas.
En especial, S&P hace mención a la reducción de 150 millones de euros en las líneas de crédito a corto plazo producida en marzo de 2011. Según Standard & Poor’s, pese a la reducción adicional del 11 por ciento de los ingresos en 2011, de acuerdo con sus estimaciones, la administración anterior continuó «gastando demasiado» entrado 2011, como refleja el déficit de la mitad de año del 2,1 por ciento del PIB regional, en comparación con el objetivo anual del 1,3 por ciento marcado por el Gobierno central».
En este contexto, la agencia de calificación S&P ha expresado una valoración positiva en el esfuerzo que el nuevo Ejecutivo de Baleares está haciendo por revertir los gastos operativos, la reorganización del sector público empresarial y ha comprobado «el buen resultado de los ajustes ya realizados», además de considerar «imprescindible» impulsar medidas «más enérgicas» para conseguir el déficit marcado.
Según S&P, el nuevo Govern, «que asumió el poder tras las elecciones, está tomando fuertes medidas para revertir el curso de la situación y reducir los gastos (que se estima que se reducirán en un 13 por ciento), reducir las inversiones (con una disminución estimada del 24 por ciento) y reorganizar el sector público».
Ante esto, el Ejecutivo balear ha mostrado una actitud de prudencia ante esta calificación, puesto que viene acompañada de una vigilancia (Credit Watch Negative) principalmente por la situación de riesgo del país, la crisis de la deuda soberana y la inestabilidad de los mercados financieros.