La tasa de paro escalará hasta el 23,4% este año y se reducirá de modo «muy marginal» en 2013 si España no acomete una reforma «ambiciosa» del mercado laboral, especialmente en lo concerniente a los mecanismos de contratación y negociación colectiva, así como al establecimiento de pautas para moderar «en mayor medida» los aumentos salariales en 2012 y 2013.
Así lo advierte el Banco de España en su último boletín económico, en el que señala que con medidas «decididas» en estos ámbitos «se contribuiría a mitigar el coste, en términos de empleo, del descenso previsto de la actividad», se impulsaría la competitividad y la productividad de la economía española y se mejoraría la percepción sobre la sostenibilidad del endeudamiento externo de España.
El panorama laboral que dibuja el Banco de España en ausencia de reformas es sombrío. Con un PIB cayendo al 1,5% este año, el empleo registrará una contracción cercana al 3% y la tasa de paro subirá casi dos puntos, hasta el 23,4%, según sus cálculos.
En 2013, las proyecciones de esta institución apuntan a un retroceso del empleo en media anual del 0,7%, aunque en términos intertrimestrales prevé que empiece a crearse empleo neto en la segunda mitad del próximo año.
De acuerdo con sus previsiones, la productividad aparente del trabajo aumentará un 1,6% en 2012, frente al 2,4% de 2011, mientras que en 2013 su ritmo de avance se ralentizará hasta situarse en el entorno del 1%.
Menos empleo público
La institución que gobierna Miguel Ángel Fernández Ordóñez estima que el empleo en el sector público disminuya con «cierta intensidad» en 2012 y 2013 como consecuencia de la congelación de la oferta de empleo, la reducción del sector público empresarial y la simplificación y racionalización de la estructura administrativa del Estado, comunidades y ayuntamientos.
El Banco de España señala además que el ajuste afectará «con notable intensidad» al sector privado, aunque calcula que empezará a crearse empleo neto en la economía de mercado a comienzos de 2013.
«Si se pusieran en marcha medidas efectivas para adecuar la remuneración de los puestos de trabajo a su produtividad y, en general, para permitir que las condiciones laborales en un sentido amplio pudieran adaptarse a las necesidades específicas de las empresas, el resultado sería una anticipación e intensificación de la generación neta de empleo en el sector privado de la economía», argumenta el Banco.