El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha anunciado que el Ejecutivo español negociará con Bruselas un nuevo programa de estabilidad adaptado al nuevo escenario macroeconómico español, caracterizado por un crecimiento sensiblemente inferior al previsto y un déficit superior en dos puntos al estimado por el anterior Gobierno, y afirmó que se atendrá al objetivo de déficit fijado en el programa de estabilidad.
«Lo que sí quiero decir, que nosotros siempre tendremos como objetivo de déficit público el que marque nuestro programa de estabilidad, que como el resto de países de la Unión tendremos que negociar con la Comisión y después con el Consejo, pero eso ya se verá a lo largo de las próximas semanas», señaló en una rueda de prensa conjunta con el presidente de Perú, Ollanta Humala.
Rajoy subrayó que las recientes previsiones para España del FMI y del Banco de España, que dan para 2012 un crecimiento negativo del 1,7% y del 1,5%, respectivamente, frente a la previsión de un crecimiento del 2,3% aun en vigor, así como el deterioro en la previsión de déficit público, que no será el 6% previsto por el Gobierno anterior y no estará por debajo del 8%, junto con las desviaciones producidas en la Seguridad Social, la Administración del Estado y las comunidades autónomas, harán presentar al Gobierno, en marzo o abril, un nuevo programa de estabilidad a Bruselas, a partir del cual «ya veremos lo que sucede», añadió.
Así, el presidente del Gobierno indicó que con las medidas adoptadas a finales del pasado año, con un plan de ajuste de 15.000 millones de euros entre recorte de gasto y subida de impuestos, ya se estaría en el objetivo de déficit del 4,4% con los datos anteriores, pero que con las nuevas previsiones no será posible.
Proteger a los países que cumplan
Además, reiteró su deseo de que, a cambio de cumplir con los requisitos de déficit que contempla el nuevo Tratado Europeo impulsado por Francia y Alemania, haya instrumentos de liquidez, a través del mecanismo de rescate, para aquellos países que cumplan con los objetivos de gasto.
«Mi posición es la siguiente: estoy a favor de la consolidación fiscal, y por eso España va a hacer, y de hecho ya ha hecho, una reducción de 15.000 millones de gasto público, que no es algo que guste a nadie. En el futuro vamos a seguir reduciendo nuestro déficit público y a hacer reformas estructurales al mismo tiempo, y todo esto no produce efecto en 24 horas», asumió.
Así, Rajoy pidió que a todos los países que cumplan con los requisitos «se les proteja de esta situación en la que estamos». «Lo quiero que al BCE no se le presione para que no deje de haber liquidez y quiero que el mecanismo se apruebe, y que se apruebe pronto y como elemento disuasorio, que tuviera una dotación mayor de la que tiene en este momento», añadió al respecto.
El presidente del Gobierno reiteró que para preservar el euro es necesario «combinar a la vez la consolidación fiscal y reformas estructurales con la liquidez que necesitamos todas las economías europeas».
Estrella Digital/EP