La huelga general convocada en Bélgica en protesta por los ajustes aprobados por el nuevo Gobierno de coalición dirigido por el socialista Elio Di Rupo, y que previsiblemente paralizará los transportes, ha complicado la organización de la cumbre de líderes europeos que se celebra este lunes en la capital comunitaria.
Las autoridades belgas han sopesado incluso la posibilidad de que los jefes de Estado y de Gobierno aterricen en la base militar de Beauvechain -en lugar de en el aeropuerto de Zaventem, que podría verse afectado por las perturbaciones- y se trasladen en helicóptero hasta la sede del Consejo Europeo con el fin de esquivar cualquier bloqueo de la circulación por parte de los manifestantes.
Sin embargo, es altamente improbable que esta opción se active para todos los líderes porque, aunque tanto el edificio del Consejo Europeo como el de la Comisión cuentan con un helipuerto, sería imposible acoger 27 helicópteros y tampoco se contempla que los dirigentes lo compartan, según fuentes europeas.
Lo más probable es que finalmente se habilite un corredor de seguridad para que los jefes de Estado y de Gobierno puedan llegar sin problemas, según la prensa belga.