El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha dicho a sus socios europeos que cree que la reforma laboral que aprobará a mediados de febrero, y que la UE considera prioritaria para reducir el alto nivel de paro en España, le costará una huelga.
«La reforma laboral me va a costar una huelga», le confiesa Rajoy al primer ministro finlandés, Jyrki Katainen, antes del inicio del Consejo Europeo, sin ser consciente de que las cámaras de televisión estaban recogiendo también sus palabras.
«Ahora viene lo más duro», le dice en otro momento el presidente del Gobierno al primer ministro holandés, Mark Rutte. «Es que nos dejan una herencia muy mala», se justifica.
Rajoy ha departido también brevemente antes del inicio de la cumbre con el primer ministro luxemburgués y presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker; y con el primer ministro belga, Elio di Rupo. También se ha entrevistado con la primera ministra danesa, Helle Thorning-Schmidt, y con el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso.
Tras reunirse con Barroso, el presidente del Gobierno ha confirmado que la reestructuración del sistema financiero se aprobará el próximo viernes y que la reforma laboral estará lista también en febrero.