El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, ha convocado para este jueves a las 18:00 horas una reunión extraordinaria de ministros de Economía de la eurozona con el objetivo de discutir el segundo rescate para Grecia, que costará al menos 130.000 millones de euros, según han anunciado fuentes europeas.
La convocatoria de este encuentro significa que está cerca el acuerdo entre los líderes de los principales partidos políticos griegos sobre los nuevos ajustes que la UE exige a cambio del segundo rescate. Tanto la Comisión como el propio Juncker habían dejado claro que no habría reunión del Eurogrupo hasta que Grecia aceptara los nuevos recortes.
El primer ministro griego, Lucas Papademos, se encuentra reunido en estos momentos para tratar de cerrar estos ajustes con los líderes de los partidos que sostienen su Gobierno de coalición nacional: el socialista George Papandreu, el conservador Antonis Samaras; y el líder de la formación de extrema derecha Laos, Giorgos Karatzaferi.
Papademos ha negociado durante los últimos días con los inspectores de la ‘troika’ (formada por la Comisión, el Banco Central Europeo, y el FMI) los últimos detalles del nuevo plan de ajuste.
La ‘troika’ exige a Grecia recortes adicionales por valor de alrededor de 3.000 millones de euros, pero todavía no se ha alcanzado un acuerdo total sobre dónde se realizarán los ajustes. Los líderes helenos ya han aceptado recortar de inmediato 15.000 puestos de trabajo en el sector público y rebajar un 20% el salario mínimo, y a cambio han logrado que la UE y el FMI permitan que se mantengan dos pagas extra en el sector privado.
Uno de los escollos que ha surgido a última hora en las negociaciones es la solicitud de los acreedores de Atenas de rebajar también las pensiones mínimas, según informa la prensa griega.
La UE ya ha avisado que Grecia está fuera de plazo para aceptar los nuevos recortes. El acuerdo sobre la quita a la deuda helena y el segundo rescate debe concluirse a tiempo para que Atenas pueda refinanciar 14.500 millones de euros que vencen el 20 de marzo.
Para que se desbloquee el nuevo rescate de 130.000 millones de euros es necesario a su vez que Atenas complete las negociaciones que mantiene con la banca para que ésta le condone 100.000 millones de euros (el 50% de la deuda helena en manos privadas). Los acreedores privados han aceptado que los nuevos bonos que se ofrecerán en este canje tengan un interés de alrededor del 3,6%, lo que significa que la quita real se situará alrededor del 70%.
Además, el Banco Central Europeo (BCE) ha aceptado participar en este segundo rescate con los aproximadamente 50.000 millones de euros de bonos griegos que tiene en su balance, según diversas informaciones. A diferencia de los acreedores privados, el BCE no asumirá pérdidas sino que canjeará los bonos griegos por otros del fondo de rescate, renunciando así a los potenciales beneficios de mantenerlos hasta su vencimiento.
Esta participación del BCE reducirá la deuda helena en otros 11.000 millones de euros y cubrirá así la brecha que habían detectado la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el segundo rescate por el empeoramiento de la situación económica. El objetivo de todas estas medidas es reducir el nivel de deuda de Atenas del 160% actual al 120% del PIB en 2020.
Estrella Digital/EP