Sospechas confirmadas. El compromiso que España ha adquirido con Bruselas de cerrar 2012 con un déficit público del 4,4% será imposible de cumplir; si no es claro, realizando un duro y agresivo ajuste presupuestario de más de 40.000 millones. Las cifras que manejaba el Ejecutivo ‘popular’ desde que llegó al poder; y la confirmación de los datos que este lunes hizo públicos el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, han sido determinantes. La desviación presupuestaria en más de 2,5 puntos respecto a las previsiones realizadas por el anterior Gobierno, sumada al descontrol deficitario que existe en las comunidades autónomas hacen que el problema se antoje complicado para el Ejecutivo de Rajoy.
El margen de maniobra es limitado. Y más aún, cuando algunos miembros del partido que sustenta al Gobierno siguen empeñados en cumplir con los compromisos. El portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, así lo ha explicado: «El Gobierno deberá aplicar un paquete de recortes sin precedentes una vez se ha concretado que el déficit de 2011 ascendió hasta el 8,51%». No obstante, fuentes del Ejecutivo ya han confirmado -con las cámaras apagadas- que están dialogando con Bruselas para aumentar esta cifra, y evitar así que el ajuste sea demasiado agresivo.
En este mismo sentido se ha expresado el presidente de la Comunidad Valenciana, Alberto Fabra, este martes en La Moncloa. «Rajoy es consciente de la situación y va a trabajar para convencer a la Unión Europea de esa nueva realidad y del esfuerzo que está haciendo España y las comunidades autónomas», ha dicho el presidente autonómico en la rueda de prensa posterior al encuentro con el líder del Ejecutivo, quien también ha asegurado que Rajoy sabe que será «díficil» cumplir con el compromiso alcanzado con Bruselas.
El déficit marca el encuentro entre Rajoy y Fabra en La Moncloa
El déficit público, la agricultura y la escasez de agua en algunas comunidades autónomas han constituido el núcleo central de la conversación que el presidente del Gobierno ha mantenido con el presidente de la Comunidad Valenciana, Alberto Fabra, en su primera visita a La Moncloa desde que Rajoy ganara las elecciones el pasado 20 de noviembre. No obstante, y pese a la importancia de la agricultura y el agua para los valencianos, la actualidad manda. Por ello, el tema que ha atraído gran parte de la atención de ambos mandatarios no podía ser otro que el de la escandalosa deuda pública de algunas regiones, entre ellas la valenciana.
Con un 3,68% de déficit, la Comunidad Valenciana fue presentada este lunes por Montoro como una de las regiones que más se alejaban del objetivo del 1,3% establecido por el Gobierno en el ejercicio pasado. «El modelo de financiación autonómica destina a la Comunidad Valenciana menos dinero que a la media cuando, sin embargo, nuestra balanza fiscal es negativa. Aportamos al Estado más de lo que recibimos». Así ha justificado Fabra que la deuda en Valencia sea tan elevada.
Para argumentar esta queja, el presidente valenciano ha puesto un ejemplo concreto: «Cada valenciano recibe 525 euros menos que un cántabro». Según Fabra, si todos lo valencianos hubieran recibido el mismo dinero que el resto de españoles residentes en otras regiones, la Comunidad hubiera ingresado 11.700 millones más y la deuda autonómica sería un 60% inferior a la que al final se ha establecido.
El presidente de la comunidad valenciana ha insistido en varias ocasiones en la «solidaridad» y ha propuesto una revisión del modelo de financiación de las administraciones públicas. Fabra ha reconocido que el actual nivel de gastos cuando los ingresos han disminuido implica aumentar el déficit o realizar mayores ajustes. Asimismo, ha reiterado la necesidad de que todas las comunidades estén «comprometidas» con este objetivo. «Tenemos que adelgazar la administración, quitarle grasa, diseñar un nuevo mapa de competencias nacional para que cada administración hagamos una cosa, la hagamos más barata y la hagamos bien», ha aseverado.
Cumbre de presidentes autonómicos en Valencia
La solución que el presidente valenciano propone para que todas las comunidades autónomas comiencen a «remar en la misma dirección» y puedan todas «juntas» salir de la débil situación en la que se encuentra España, es realizar una cumbre de presidentes autonómicos. Así se lo ha transmitido este martes al líder del Ejecutivo, quien según ha confirmado el mismo Fabra al finalizar la rueda de prensa, ha aceptado «gustoso» la propuesta.
«Se trata de fijar las competencias de las comunidades autónomas y poner en común las medidas a aplicar para cumplir con los objetivos de déficit», ha explicado el líder valenciano, que ha establecido como fecha aproximada, antes de verano. Fabra ha recordado que «la realidad ha cambiado» y que se deben «revisar las estructuras actuales». «Eso exige que todas las administraciones rememos hacia el mismo sentido, no somos 17 estados que tenemos que competir, tenemos que colaborar en la misma misión, hacer ajustes y adoptar decisiones que nos competen a todos», ha explicado el presidente autonómico.
Fabra también ha asegurado que ha encontrado a un presidente del Gobierno «sensible» a la situación de las comunidades autónomas y a sus reivindicaciones. Y en su explicación de la situación no se ha querido olvidar del Gobierno de Zapatero. «En estos meses hemos descubierto que las comunidades tenemos mucho que decir y mucho que colaborar con el Gobierno, no como con anterioridad, que se las intentaba demonizar del déficit y malgasto del país», ha criticado el líder autonómico, quien también ha aprovechado esta comparecencia para ser consecuente con la realidad y advertir de que las cuentas no cuadran.
«En la actualidad, el nivel de ingresos es similar al del año 2004 mientras que los gastos han seguido creciendo, ante lo que todas las comunidades deben actuar conjuntamente para no gastar más de lo que se ingresa», ha explicado Fabra, no sin antes insistir en que el mantenimiento del Estado tal y como está contemplado es inasumible para las cuentas de cualquier administración. «No hay suficiente dinero para cubrir todos los gastos», ha zanjado el presidente valenciano, quien no ha descartado tener que hacer recortes en educación y sanidad más drásticos si «la situación no mejora».
Elsa Sardina Vejo