El país heleno se encuentra en la cuerda floja. Este jueves debe conseguir que los que compraron su deuda acepten la quita que les haría perder el 70% de lo que invirtieron en los bonos.
Por ahora más de la mitad de los acreedores han aceptado pero aún queda el resto. Si los poseedores de la deuda no aceptaran a Grecia no le quedaría otra que pagar y se tendría que declarar en quiebra.
Este jueves vence el plazo para que los acreedores acepten la quita.
La reestructuración de la deuda es la condonación de unos 107.000 millones de euros por medio de un canje de los bonos actuales por los depreciados.