Los países de la eurozona han dado este miércoles su aprobación final, tras concluir todos los trámites de ratificación en los parlamentos nacionales, al segundo rescate de 130.000 millones para Grecia con el fin de evitar la quiebra del país.
El visto bueno definitivo del Eurogrupo se produce tras constatar el cumplimiento por parte de Atenas de todos los ajustes previos exigidos y el éxito de la operación de canje de bonos mediante la que los acreedores privados han condonado a Grecia alrededor de 107.000 millones de euros de deuda.
El único trámite pendiente, que se completará esta semana, es la decisión del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre su contribución al nuevo plan de ayuda. Su directora gerente, Christine Lagarde, ha dicho que propondrá que ésta ascienda a 28.000 millones de euros, cifra que incluye 10.000 millones que todavía no se han gastado del segundo rescate.
Una vez que se concrete la aportación del FMI se finalizará el reparto entre los Estados miembros. A España le corresponde alrededor del 12% del total de ayuda que ponga la eurozona, según ha explicado el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos.
La activación del segundo rescate era urgente porque Atenas se enfrenta a un vencimiento de alrededor de 15.000 millones de euros el 20 de marzo.
«Los Estados miembros de la eurozona han aprobado hoy (por el miércoles) formalmente el segundo programa para Grecia. Todos los procedimientos nacionales y parlamentarios se han finalizado», ha dicho el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, en un comunicado.
Los Estados miembros han autorizado además al fondo de rescate de la UE a activar el primer tramo por un importe de 39.400 millones de euros, que se pagará a Grecia en varios plazos.
«Este segundo programa constituye una oportunidad única para Grecia que no debe desperdiciarse», ha subrayado Juncker. El presidente del Eurogrupo ha reclamado al Gobierno de Atenas que «prosiga de forma rigurosa el esfuerzo de ajuste en las áreas de consolidación fiscal, reformas estructurales y privatizaciones, estrictamente en línea con el nuevo programa».
«Esto permitirá a la economía griega volver a una senda sostenible, algo que interesa a todo el mundo», ha resaltado Juncker.
El éxito de la reestructuración ordenada de la deuda griega permitirá, según las últimas estimaciones de la UE y el FMI, reducir el nivel de deuda hasta el 117% del PIB, en lugar del 120,5% que había estimado inicialmente el Eurogrupo. «Grecia seguirá siendo miembro de la eurozona pase lo que pase», aseguró Juncker el pasado lunes.