El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ha asegurado que las cuentas que ha llevado al Congreso son «extraordinarias», responden al «gravísimo momento» que atraviesa la economía española» y son las que menos perjudican al crecimiento económico.
«Son unos Presupuestos que no dañan la esencia de la recuperación económica», ha dicho Montoro en la rueda de prensa en la Cámara Alta, añadiendo que las cuentas son «extraordinarias» en cuanto a la reducción del gasto y el aumento de ingresos que plantean. «Son unos Presupuestos a tenor de la situación extraordinaria de España», ha indicado.
De hecho, ha asegurado que los Presupuestos están «absolutamente comprometidos» con la corrección del déficit, con una reducción del gasto y un aumento de los ingresos en las partidas «más neutras» sobre el crecimiento económico.
Recuperar la confianza
Así, ha afirmado que las cuentas permitirán al país cumplir el objetivo de déficit marcado por los compromisos europeos, que pasa por reducirlo del 8,5% al 5,3% en un año, un compromiso «sine qua non» para superar la crisis económica. En este sentido, el titular de la cartera de Hacienda se ha mostrado «convencido» de que el desafío de estos Presupuestos es recuperar la confianza de los socios europeos, de los inversores y de los acreedores españoles, algo especialmente importante para un país que, como España, tiene una «brecha» de financiación con el resto del mundo.
«Hay que reducir la dependencia financiera. Cuando lo consigamos seguro que vendrá la recuperación de la economía. El mayor problema de España, y el que produce y agrava la recesión y nos lleva a pérdida de puestos de trabajo tan lamentables como se siguen produciendo, es la financiación de la economía, el alto endeudamiento. Por tanto, la situación financiera de los agentes económicos en España es fundamental», ha insistido.
A renglón seguido, el ministro ha explicado que precisamente el «error» del anterior Gobierno socialista fue «afirmar que una crisis financiera mundial no iba a afectar a España». «Al estrangular esa financiación la crisis se hace muy fuerte y el sector público vino a complicar el problema al añadir más necesidad de financiación y aumentar el peso de la deuda sobre el PIB en 30 puntos», ha apostillado.
«Por eso, la forma más certera y corta de salir de la crisis es reducir el déficit público, pero no de cualquier manera. No es lo mismo hacerlo reduciendo ciertas categorías de gasto u otras, o apelando a más ingresos tributarios de una forma u otra. En función de la situación económica tenemos que ser selectivos en los ajustes», ha concluido Montoro.
Ya están en vigor
Además, ha asegurado que los Presupuestos, que responden a la situación «límite» del país, no son para ocho meses, sino que se están ejecutando desde el 1 de enero de 2012 a través de las medidas incluidas en el decreto que modificó el Presupuesto de 2011 para prorrogarlo durante los primeros meses del año.
En la misma línea se ha pronunciado la secretaria de Estado de Presupuestos y Gastos, Marta Fernández Currás, quien ha insistido en que los ajustes comenzaron con el decreto ley de Medidas Urgentes del 30 de diciembre y con los acuerdos de no disponibilidad presupuestaria.
A renglón seguido, ha apuntado que los 27.300 millones de euros de ajuste que recogen las cuentas se conseguirán con una reducción del déficit de 17.800 millones de euros y otros 18.300 millones de ajustes en los gastos de los ministerios, teniendo en cuenta además que «hay una serie de partidas que crecen porque hay que atenderlas sí o sí».
Menos para las políticas activas de empleo
Con respecto a la reducción concretamente de la partida de políticas activas de empleo, Currás ha justificado que «se trata de identificar las que son realmente eficaces» porque «a la vista está que con 5,3 millones de parados esas políticas no estaban siendo todo lo eficaces que tenían que ser». Además, ha indicado que la partida de las prestaciones por desempleo disminuye «por la propia evolución» de los parados, muchos de los cuales ya han perdido su derecho a prestación.
Por su parte, el secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre, ha repasado las medidas fiscales incluidas en el decreto que acompaña el Presupuesto y ha asegurado que se han escogido estas iniciativas para no perjudicar aún más el desarrollo y el estímulo de la actividad económica.
Por este motivo, según Ferre, no se ha incidido en el diseño de nuevos impuestos que recaigan sobre el consumo o en el IVA, y se ha optado por modificar Sociedades con diversos cambios, algunos temporales, que tendrán un alto impacto recaudatorio en un impuesto que ha caído más que la propia actividad durante la crisis.
La amnistía fiscal, una medida «extraordinaria»
Tras repasar algunos de estos cambios, Ferre ha repasado también las modificaciones en los Impuestos Especiales, como en el de las Labores del Tabaco, que alinean a España con la UE y «blindan» al país ante posibles guerras de precios en el sector. Asimismo, se ha referido a la amnistía fiscal que ha puesto en marcha el Ejecutivo, una medida «extraordinaria y especial» para este año, sin visos de ser repetida en ejercicios posteriores.
«No responde al capricho del Gobierno», ha dicho Ferre, quien ha recordado además que hay cierta tendencia internacional a adoptar este tipo de iniciativas, como ha ocurrido en Alemania, Bélgica o Italia, y que no es la primera vez que se pone en marcha en un país como España.
Comunidades y ayuntamientos, fundamentales
Por su parte, el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, ha subrayado la importancia «capital» de las comunidades autónomas y los ayuntamientos para cumplir con los objetivos de déficit generales «habida cuenta la enorme potencia que tiene su gasto sobre el conjunto del gasto público en España».
De hecho, según ha subrayado el responsable gubernamental, mientras el presupuesto ministerial cae un 16,9 por ciento la financiación territorial «crece, poco, pero crece, un 1,35 por ciento». «El esfuerzo (de reducción de déficit) tiene que ser exigido en su plenitud y no cabe desviación ninguna», ha apostillado tajantemente.
Además, Beteta ha indicado que la decisión del Gobierno de «aplicar en su integridad el modelo de financiación autonómica» responde a su «voluntad de sostener los pilares esenciales» del Estado de Bienestar -sanidad, educación y servicios sociales-, que prestan las comunidades y explica el 80 por ciento del gasto».
Así, ha precisado que de no haber mejorado la financiación autonómica –tanto con la aplicación del sistema como con otras medidas como el fondo de pago a proveedores o el aplazamiento de las devoluciones de liquidaciones anteriores, entre otras medidas– su capacidad de gasto se habría visto mermada un 5,1 por ciento, por lo que no se habría podido reducir el déficit y, a la vez, conservar los servicios fundamentales.
Finalmente, Beteta ha indicado que, tras el cierre del plazo el pasado 1 de abril para acogerse al plan de pago a proveedores, tres comunidades autónomas no se han sumado al mismo –concretamente, Galicia, País Vasco y Navarra– y ha recordado al resto de administraciones que el Ministerio velará por que se cumplan las sendas de estabilidad presupuestaria y también por la devolución de los créditos, cuyos plazos no son susceptibles de modificación.
Estrella Digital/EP