El primer ministro italiano, Mario Monti, ha dejado claro este miércoles que no pretende impulsar un nuevo paquete de medidas de austeridad porque el Gobierno ya ha fijado un objetivo económico «muy ambicioso» y dispone de «márgenes de seguridad» para equilibrar sus cuentas en caso de que la situación económica siga empeorango. «Tenemos un objetivo muy ambicioso pero nos hemos dejado unos márgenes y, por ello, no creo que una eventual evolución más negativa de la economía imponga realmente una nueva maniobra», ha asegurado el jefe de Gobierno italiano, en una entrevista concedida al diario La Stampa.
Monti ha incidido en que Italia ya ha adoptado «todas las medidas» necesarias para «centrar» sus «objetivos económicos» y superar la crisis financiera. «Tenemos unos márgenes de seguridad que permitirán que el resultado del presupuesto sea equilibrado incluso ante la hipótesis más desfavorable con respecto a las previsiones de diciembre», ha explicado, antes de resaltar que el Gobierno no ha incluido en sus cuentas ningún «beneficio» por las medidas contra la evasión fiscal que ha impulsado.
El primer ministro ha destacado que el Ejecutivo transalpino ha elaborado los presupuestos con la hipótesis de unos intereses por la deuda pública italiana para todo 2012 situados en el nivel de finales de noviembre, un 7%, lo que supone una previsión «efectivamente pesimista». Consultado sobre si no le preocupa que Italia no tenga perspectiva de crecimiento, ha hecho hincapié en que las medidas de austeridad aprobadas por el Gobierno están destinadas a evitar «el peor» escenario, el que afronta en la actualidad Grecia.
«Las medidas adoptadas están teniendo o tendrán un efecto recesivo pero han sido adoptadas en comparación con el escenario griego, no con un escenario de crecimiento, algo que no se da. Hemos evitado terminar como Grecia, pero los signos de crecimiento requieren más tiempo», ha subrayado.