La portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Soraya Rodríguez, ha alertado de que el «brutal» recorte de 10.000 millones anunciado este lunes por el Gobierno supone de facto «cargarse» el vigente modelo sanitario y educativo porque se va a traducir en un «cambio radical y absoluto» del mismo que, según su pronóstico, traerá consigo «menores prestaciones» para los ciudadanos y que haya que pagar por algunas de ellas.
Así lo ha asegurado la dirigente socialista en una rueda de prensa en el Congreso, en la que ha exigido que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, comparezca cuanto antes en el Congreso para detallar cómo va a aplicarse este «gran hachazo» al modelo de sanidad y educación públicas «construido entre todos en los últimos treinta años».
«Un recorte así, es una barbaridad que sólo pasa por que los ciudadanos reciban menores prestaciones de forma gratuita», ha alertado la portavoz socialista, antes de recordar que los ciudadanos ya contribuyen de forma «progresiva» a la financiación de la sanidad y la educación a través del IRPF.
Habrá que pagar
Agarrándose a unas declaraciones del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, sobre la necesidad de revisar la cartera de prestaciones sanitarias, la portavoz socialista ha augurado que «se reducirá el número de prestaciones sanitarias a las que los ciudadanos tienen derecho y se incrementará el numero de prestaciones sanitarias que los españoles tengan que pagar».
Rodríguez ha explicado que su partido está dispuesto a dialogar sobre, por ejemplo, una eventual subida de impuestos al tabaco y el alcohol para lograr ingresos que se destinen directamente a financiar el sistema sanitario y también ha recordado que la central de compras de medicamentos que ahora defiende el Gobierno del PP se puso en marcha bajo el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero.
Este ofrecimiento al diálogo no es óbice para que el PSOE marque el mantenimiento del Estado de Bienestar como una «línea roja» infranqueable. «No la vamos a atravesar por la sociedad española, porque la sanidad, la educación y los servicios básicos son fundamentales para que todos los españoles salgan de la crisis sin que se deje atrás a nadie», ha garantizado.
En este contexto, preguntada sobre si las comunidades gobernadas por el PSOE se opondrán a aplicar este nuevo recorte, Rodríguez ha anticipado que antes de decidir tienen que conocer los detalles del mismo. En cualquier caso, ha querido dejar claro que el PSOE es un «partido responsable y de gobierno» que «no se rebela» sino que actúa «con lealtad institucional».
Además, ha insistido en que a los socialistas les interesan «todas las comunidades» no sólo aquellas en las que tienen el Gobierno porque las consecuencias de este recorte «las van a sufrir todos los ciudadanos».
La dirigente socialista ha reiterado las críticas a la forma elegida por el Gobierno para anunciar el recorte, ha tildado de «lamentable espectáculo» la secuencia de «desmentidos» que tuvo lugar este lunes entre el Ejecutivo y el PP y ha dado por hecho que la Unión Cristiano Demócrata (CDU), el partido de la canciller alemana, Ángela Merkel, conoce los detalles de la última medida anunciada por el Gobierno de Rajoy.
Rajoy no ha llamado a Rubalcaba
Tras confirmar que, al menos hasta el mediodía del martes, Rajoy no se había puesto en contacto con el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, para exponerle sus planes, Rodríguez ha apuntado que esta actitud «demuestra la gran incapacidad» del Ejecutivo para «poder gestionar una situación tan compleja» como la que vive España y ante la que, según los socialistas, Rajoy debería «recuperar el consenso social, político e institucional».
«Llevamos tres años de crisis y tres meses de caos», ha sentenciado Rodríguez, quien también ha aprovechado para advertir al Gobierno del PP de que el resultado de las elecciones andaluzas y asturianas son la prueba de que los ciudadanos juzgan al Ejecutivo «por lo que hace» y de que «la estrategia cobarde de esconderse detrás de la herencia recibida del Gobierno anterior ya no sirve».
También ha denunciado que el PP haya alegado una cuestión de formas para no debatir en la Junta de Portavoces sobre la conveniencia de que el presidente del Gobierno comparezca cuanto antes en el Congreso. «Está claro que el presidente va a venir cuando él considere oportuno, cuando crea que los españoles tienen derecho a conocer su propuesta», ha agregado, expresando su temor a que Rajoy no rinda cuentas ante la Cámara, si lo hace, hasta principios de mayo.
Por último, ha acusado al Gobierno de haber estado «muy ausente» e incluso «de vacaciones» de Semana Santa, mientras la prima de riesgo empezaba a subir y la Bolsa bajaba, y de llevar «tres meses dando respuestas ideológicas a la crisis que respuestas económicas viables a los ciudadanos».