El Consejo de Ministros ha dado luz verde al Real Decreto ley de reformas para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS) que, además de incorporar la reforma del copago farmacéutico para los ciudadanos, también incluye la desfinanciación de medicamentos con «menor valor terapéutico» y la obligación de que los laboratorios farmacéuticos modifiquen «de una vez por todas» los envases de las medicinas para ajustarlos a la duración de los tratamientos.
Así lo ha anunciado la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la que ha advertido que «todos tenemos que colaborar con los que lo están pasando peor», al tiempo que ha pedido a la industria farmacéutica un esfuerzo «igual que se le pide a los ciudadanos».
Con este paquete de medidas, que ya recibió el visto bueno de las comunidades en el Consejo Interterritorial de esta semana, se pretende conseguir un ahorro total de más de 7.000 millones de euros «no sólo para salir de esta crisis, sino para garantizar nuestro sistema en el futuro».
Se dejarán de financiar algunos fármacos
El principal ahorro de este paquete de medidas se conseguirá en materia farmacéutica, donde se prevé un ahorro estimado de 3.550 millones de euros.
Entre las novedades, se incluye un nuevo sistema de actualización del ‘Nomenclator’ que permitirá «sacar del sistema de financiación pública» algunos medicamentos, aunque la ministra ha precisado que esta desfinanciación «no será en función de su precio, sino de su eficacia terapéutica o porque estén obsoletos».
«Muy a menudo se incorporan nuevos medicamentos que dejan obsoletos a los anteriores y tienen mejor eficacia, y lo que se hace es sacar del sistema de financiación pública aquellos que tienen menor valor terapéutico», ha explicado.
Por otro lado, también se establece que los laboratorios deberán adecuar el número de pastillas de los envases de medicamentos a la duración de los tratamientos, una medida que ya trató de impulsar el anterior Gobierno socialista y que ahora ha retomado Mato alegando a que se trata de una «demanda social muy reclamada».
El objetivo, ha explicado Mato, es que «si una persona tiene una enfermedad y el tratamiento de ésta dura siete días, que el envase tenga las unidades necesarias para los siete días de tratamiento, ni más ni menos».
Igualmente, en los tratamientos crónicos, pedirán a los fabricantes que los envases sean superiores, de modo que «si antes tenían 50 unidades ahora dispongan de 100». «No es necesario comprar de 20 en 20 cuando se puede comprar de 10 en 10», ha reconocido Mato.
La norma también incluye un plan para impulsar los medicamentos genéricos, con «nuevas medidas sobre precios de referencia y precio seleccionado que, sin duda, bajarán el precio de los medicamentos».
Parados y pensiones no contributivas no pagarán sus medicinas
La ministra ha insistido en que el nuevo copago farmacéutico es «justo» y «equitativo» ya que se ha tenido en cuenta la edad y la renta de los ciudadanos, partiendo de la base de que «todos ya colaboramos a través de nuestros impuestos en la financiación de nuestra sanidad».
De este modo, con este nuevo modelo los parados sin prestación dejarán de pagar por sus medicinas con receta, así como las personas con pensiones no contributivas o renta de reinserción. No será el caso del resto de pensionistas, que a partir de ahora pagarán un 10 por ciento del precio de sus medicamentos.
No obstante, aquellos que no tengan obligación de hacer la declaración de la renta (el 90 por 100 del total) no pagarán más de 8 euros al mes, un límite que para los pensionistas que sí hagan la declaración de la renta será de 18 euros mensuales, mientras que para quienes superen los 100.000 euros anuales el tope estará en los 60 euros mensuales.