Holanda, un miembro clave de la zona euro, se vio arrastrado a la crisis de deuda de Europa el fin de semana después de que el gobierno fracasara en su intento de alcanzar un acuerdo sobre los recortes presupuestarios, lo que hace casi inevitable unas elecciones anticipadas.
El primer ministro Mark Rutte, cuya coalición de centroderecha está en el poder desde octubre del 2010, dijo que las cruciales conversaciones sobre los recortes presupuestarios habían fracasado y que era inevitable que se covocara a unas nuevas elecciones.
En el corto plazo, el Gobierno deberá buscar apoyo en los partidos de la oposición para lograr materializar las medidas de ajuste.
Sin embargo, la incertidumbre sobre la composición de un nuevo Gobierno y la disminución del apoyo de los votantes a los rescates y las medidas de austeridad plantea interrogantes sobre el respaldo holandés al pacto de responsabilidad fiscal, considerado clave para ayudar a Europa a lidiar con su crisis de deuda.
Un sondeo de opinión publicado el domingo indicó que Holanda sigue muy fragmentada políticamente, lo que sugiere que difícilmente podría formarse un nuevo Ejecutivo con rapidez.
La encuesta de Maurice de Hond, realizada tras el fracaso de las conversaciones presupuestarias, señaló que ningún partido conseguiría la mayoría si las elecciones se celebrasen ahora, aunque el Partido Liberal de Rutte ha fortalecido su ventaja, seguido de cerca por dos partidos de izquierda.
El sondeo también indicó que una mayoría de los encuestados está a favor de recortes más pequeños de lo que estipula la Unión Europea, una señal más de que los austeros holandeses están sufriendo de un «cansancio de rescates» y están hartos de del alto costo que conlleva ayudar a los países periféricos de la zona euro.
«Votantes de diferentes partidos comparten la misma opinión: disgusto o decepción por la acción política y los partidos políticos», dijo De Hond en un comunicado, añadiendo que dos terceras partes de los encuestados está de acuerdo con la afirmación «Estoy cansado de todos los partidos políticos».
Rutte y el ministro de Finanzas Jan Kees de Jager, que regresó de la cumbre del Fondo Monetario Internacional en Washington al estallar la crisis, está entre los más críticos de la euro zona con los «pecadores presupuestarios» como Grecia y Portugal.
«Holanda ya no puede ser un modelo para otros. Debe haber una reacción en otros países. Si ellos no lo hacen (tomar medidas de austeridad), ¿por qué deberíamos hacerlo nosotros?», sostuvo Jaap Koelewijn, economista y profesor de finanzas corporativas.