La tasa de paro se incrementará aún más en 2013, hasta el 25,5%, en contra de las previsiones del Gobierno, que apuntan a un descenso de hasta el 24,2%. De cumplirse estos pronósticos, el próximo año se perderían otros 300.000 empleos netos y habría que esperar hasta 2014 para dar por terminado el ajuste del empleo, según el último ‘Boletín de Inflación y Análisis Macroeconómico’ del Instituto Flores de Lemus.
Además, el informe prevé que el paro toque techo en el primer trimestre de 2013, con 6,04 millones de parados, el 26,2% de la población activa.
Así pues, Flores de Lemus, que prevé que las previsiones de paro del Gobierno para 2012 se cumplan, estima que el empleo caerá un 1,7% adicional en 2013, con la construcción, como a lo largo de toda la crisis, a la cabeza. Concretamente, prevé que el empleo en el ‘ladrillo’ disminuya otro 13,4% adicional el próximo año.
En el caso de los servicios, la merma de ocupación será del 0,7%, por detrás de la industria (-1,5%) y la agricultura y la pesca (-1,7%).
La tasa de paro caerá en el próximo trimestre
A corto plazo, Flores de Lemus prevé que el empleo caiga un 3,5% de media en 2012, con una pérdida de 627.000 ocupados, en línea con los pronósticos del Gobierno. En la construcción, el empleo caerá hasta un 18,9% por la contracción de la obra civil.
Con todo, el Instituto espera que la tasa de paro se sitúe en el 23,9% en el segundo trimestre de este año, casi medio punto menos que en el trimestre anterior, debido a factores estacionales, como la Semana Santa.
La reforma laboral incrementará los despidos
En la misma línea, el boletín incluye un informe del profesor de la Universidad Carlos III Juan José Dolado, titulado ‘La penúltima reforma laboral’, en el que el también colaborador de Fedea asegura que la medida estrella del Gobierno «aumentará la demanda de despidos y sólo aumentará los flujos de creación de empleo en el futuro».
Asimismo, Dolado asegura que la reforma laboral «ha avanzado hacia el objetivo de la flexiseguridad únicamente desde la vertiente ‘flexi'», actuando sobre el coste del despido y la flexibilidad interna.
En su opinión, la nueva norma apenas introduce cambios en relación con las políticas pasivas y activas del mercado de trabajo, ni toca el tema de la dualidad.