El Servicio de Estudios de BBVA (BBVA Research) cree que el Gobierno subirá dos puntos el IVA para conseguir los objetivos propuestos el Programa de Estabilidad 2012-2015, lo que aportaría unos 6.000 millones adicionales a las arcas del Estado.
Así consta en el documento ‘Situación España’ presentado este miércoles por la entidad bancaria, donde BBVA Research recuerda que el Ejecutivo ha anunciado una devaluación fiscal para 2013 que consistirá en gravar menos el empleo y más el consumo para recaudar 8.000 millones de euros.
Según BBVA Research, la cantidad planteada por el Gobierno apuntaría a un aumento de dos puntos de la tasa impositiva sobre el consumo. En este sentido, explica que cada punto adicional de este tipo de imposición supone un incremento de la recaudación de alrededor de 3.000 millones de euros, de forma que la subida de dos puntos aportaría unos 6.000 millones.
La tasa general de IVA se sitúa actualmente en el 18% tras la subida de dos puntos que acometió el Gobierno del PSOE en 2010. El IVA reducido, por su parte, subió un punto, de forma que está actualmente en el 8%, mientras que la tasa superreduida, que se aplica a los bienes de primera necesidad, se mantiene en el 4%.
Para BBVA Research, si este cambio se acompañara de una reducción de 3,5 puntos de las cotizaciones sociales que paga el empleador, el impacto sobre la recaudación sería «neutral», pero tendría un efecto positivo sobre el PIB superior al 1% en 2013 y 2014.
Este tipo de medidas, según la entidad presidida por Francisco González, supondría un «estímulo» al crecimiento en el corto plazo y respondería a la necesidad de alcanzar un equilibrio entre el saneamiento de las cuentas públicas y la recuperación económica.
No obstante, recuerda que el cambio en la orientación de la política económica depende de los consensos a nivel europeo y cree que «sería recomendable» una estrategia a nivel europeo en línea con el espíritu de las recientes mejoras en la gobernanza.
El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, fue quien adelantó la intención del Gobierno de elevar la fiscalidad al consumo y reducir la del trabajo el año que viene para recaudar 8.000 millones de euros y cumplir así los objetivos pactados con Bruselas.
No quiso referirse directamente al IVA, aunque posteriormente aclaró que el cambio fiscal, aún en estudio, probablemente incluiría una subida de este impuesto, así como un retoque de los Impuestos Especiales, que también gravan el consumo, y una rebaja de cotizaciones.