Este viernes está previsto que el Consejo de Ministros endurezca el plan de saneamiento para la banca, ahogada por los inmuebles procedentes de hipotecas impagadas. El Gobierno exigirá mayores provisiones para los créditos considerados no dudosos.
Así, el Ejecutivo de Rajoy impone un saneamiento de los activos inmobiliarios de la banca que superaría los 75.000 millones de euros. A la espera de más datos sobre este plan, algunas voces en la banca se quejan por que consideran que pude tener consecuencias no esperadas en el sistema financiero español.
La otra opción que se rumorea que barajaba el Gobierno es la creación de un banco malo que aglutinara todos los activos tóxicos y dejara limpia a la banca española. El problema radica en la concesión de hipotecas que se han estado haciendo durante los años de bonanza económica y que con la crisis no se han podido pagar. Sobre todo los préstamos para vivienda con un alto riesgo de impago que ha provocado que los bancos se conviertan en improvisadas inmobiliarias que no consiguen colocar sus activos.
Se calcula que la banca española posee en activos tóxicos inmobiliarios un total de 85.000 millones de euros en pisos solares y promociones. Las cajas de ahorros son parte del problema, ya que aglutinan más del doble de los activos tóxicos en comparación con los bancos.
El Gobierno de Mariano Rajoy, en su reforma financiera, quiere promover que las entidades saquen los inmuebles de su balance y exigir provisiones más duras para el crédito normal del ladrillo.