El Congreso de los Diputados ha rechazado este lunes todas las enmiendas a los presupuestos generales del Estado de 2012 en el primer día de debate en pleno, como consecuencia de que el PP, con su mayoría absoluta, no ha apoyado ninguna de las propuestas presentadas por los grupos parlamentarios.
Se han debatido los títulos correspondientes a gestión presupuestaria, gastos de personal, pensiones y cotizaciones, clases pasivas, operaciones financieras y deuda pública, normas tributarias y entes territoriales.
El portavoz de Presupuestos del PP, Antonio Gallego, ha asegurado que las cuentas están marcadas por la «losa» que supuso que el Ejecutivo anterior no cumpliera con los objetivos de déficit.
En este sentido, ha recordado unas palabras del anterior presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien en 2004 reconoció que «no era mala» la herencia que recibía del PP, circunstancia que, según Gallego, no se puede decir ahora del PSOE.
El diputado del PP ha pedido a los socialistas «un poco de humildad», porque su modelo «ya se conoce».
Por parte del PSOE, Joan Rangel ha asegurado que los presupuestos no plantean un cambio de modelo productivo, no apuestan por el crecimiento y no garantizan los servicios públicos esenciales y ha resaltado que el único objetivo de los presupuestos es reducir el déficit, algo que los principales analistas dicen que «ni siquiera» cumplirán.
El diputado del PSOE ha afirmado que «se le ha caído el velo» a las comunidades de Madrid, Valencia y Castilla y León, con su anuncio de un aumento del déficit respecto al anunciado previamente, «lo que demuestra que el problema no es la herencia, sino los herederos».
Desde CiU, Josep Sanchez Llibre ha dicho que a los presupuestos les falta alma y sensibilidad social y ha incidido en que no respetan el pago adeudado a Cataluña recogido en el Estatut, lo que muestra «la falta de seriedad del Estado».
El portavoz del PNV, Josu Erkoreka, mostraba antes de la votación su confianza por el posible apoyo del PP a una enmienda referente a los planes de pensiones y de jubilación de los empleados vascos, propuesta que también fue rechazada.
Desde La Izquierda Plural, Alberto Garzón ha indicado que las cuentas están hechas con una política suicida y ha añadido que son los presupuestos generales de los mercados, ya que están pensados para su beneficio.
Álvaro Anchuelo, de UPyD, ha criticado que los presupuestos centren fuertemente su recorte del gasto en el Estado, cuando ya es pequeño por la descentralización, y se ha mostrado en contra de que aumenten las transferencias a las administraciones territoriales, con lo que se «desmantela» lo poco que queda de Estado.
El diputado de ERC Alfred Bosch ha señalado que los presupuestos no están elaborados con sentido común y ha advertido de que los ciudadanos están «hartos» de la actual situación, como se observa en Cataluña «que se están rebelando contra las injusticias y hay ya comportamientos de insumisión como ocurre con los peajes».
En el debate en comisión el PP ya hizo valer su mayoría absoluta al aceptar sólo tres de las 3.100 enmiendas presentadas por los grupos parlamentarios.
El texto que salga del pleno se remitirá al Senado para su debate en la última semana de mayo.
Si la Cámara Alta no introduce enmiendas ni veta el proyecto los presupuestos quedarán definitivamente aprobados en torno a la tercera semana de junio, tras pasar por comisión y pleno.
Pero si el Senado aprueba modificaciones o veta el proyecto, éste volverá al Congreso, que podrá ratificar o rechazar las enmiendas y, en su caso, levantar el veto, entre la última semana de junio y la primera de julio.