El jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, viaja hoy a Bruselas para participar en la cumbre informal de jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete, donde defenderá la necesidad de que la Unión Europea (UE) garantice la estabilidad financiera de la zona euro.
Rajoy no se trasladará directamente desde Madrid a Bruselas, ya que viajará antes a París para mantener en el Palacio del Elíseo una reunión con el presidente francés, François Hollande.
Aparte del análisis de las relaciones bilaterales, la situación económica de la UE estará en el centro de esa entrevista con Hollande, quien la pasada semana se mostró favorable al uso del fondo de rescate europeo para la recapitalización de los bancos españoles.
Una posibilidad que rechaza Rajoy, tal y como se lo trasladará hoy tanto al presidente francés como al resto de sus colegas europeos durante la cumbre de la capital belga.
Rajoy defiende que se combinen las políticas de austeridad con las de crecimiento, y así lo volvió a dejar claro ayer en la conversación telefónica que mantuvo con el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, para intentar aunar criterios ante la cumbre de la Unión Europea.
Pero también volvió a recalcar que hay una prioridad urgente: solucionar los problemas de liquidez y garantizar la estabilidad financiera de la zona euro.
Según fuentes del Gobierno, eso pasa por una actuación «decidida» del Banco Central Europeo con el fin de que los países y las entidades financieras puedan refinanciar su deuda en los mercados.
El presidente del Gobierno se ha mostrado dispuesto a hablar de todo en el Consejo Europeo, incluso de los eurobonos, pero ha insistido en que lo esencial es adoptar decisiones que se puedan poner en marcha de forma inmediata.
Quien también estará en Bruselas es Rubalcaba, ya que acudirá a la cita que reunirá a los líderes de los partidos socialistas europeos horas antes de la cumbre de los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete.
Rubalcaba ha pedido al presidente del Gobierno que abogue ante sus colegas europeos por una modificación del calendario para el cumplimiento de los objetivos de déficit, con el fin de que se amplíe el plazo de 2013 para llegar a un máximo del 3 % del PIB.
Sin embargo, Rajoy sigue defendiendo las directrices de Bruselas y reprocha al líder socialista que no planteara una propuesta como esa cuando estaba en el Gobierno.