La economía española continuará en recesión en el segundo trimestre del año, según recoge el Banco de España en su último boletín.
El organismo supervisor señala que, a pesar de que los indicadores disponibles son todavía escasos, la actividad en España seguirá cayendo entre abril y junio.
Sobre el consumo privado, destaca que la confianza de los hogares registró una leve mejoría en abril, con lo que interrumpe el «fuerte» deterioro de los tres primeros meses.
A esta mejora se unió la observada en el indicador de confianza de los comerciantes minoristas, gracias a una opinión más favorable de la actividad comercial.
En cambio, las matriculaciones de vehículos particulares volvieron a registrar en abril un fuerte retroceso interanual.
Asimismo, el Banco de España destaca que la duración media en el desempleo muestra un incremento generalizado de las duraciones medias observadas en todas las edades y señala que al inicio de 2012 la cifra de paro de larga duración se situó por encima de los 2,8 millones de personas.
Más contratos indefinidos
El banco central español subraya además que, a pesar de que los contratos fijos descendieron con mayor intensidad que los temporales en el primer trimestre del año, los datos mensuales muestran que dicha tendencia decreciente «se ha revertido en los dos últimos meses», de tal forma que el peso de los contratos indefinidos sobre el total de la contratación se situó en el 9% en el mes de abril.
No obstante, la institución considera que «aún es pronto» para relacionar esta evolución de la contratación indefinida con algunas de las medidas contenidas en la reforma del mercado de trabajo. De hecho, argumenta que el mayor peso de la contratación indefinida podría deberse a la caída que han experimentado el flujo de salida desde el paro hacia un empleo temporal.
El Banco de España subraya que, de acuerdo con los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), los flujos de entrada al empleo «se debilitaron con intensidad» en el primer trimestre del año, mientras que las salidas de la ocupación evolucionaron de manera similar a la de los dos trimestres anteriores.
Así, el supervisor señala que el descenso de la ocupación entre enero y marzo «parece estar especialmente relacionada con un retraso en las decisiones de contratación en un entorno de elevada incertidumbre».
En el primer trimestre del año, el número de parados se incrementó en 365.900 personas, hasta superar los 5,6 millones de desempleados, mientras que el número de ocupados se redujo en 374.300 y se situó en 17,4 millones de personas.
La institución que gobierna Miguel Ángel Fernández Ordóñez destaca que la mayor debilidad del empleo en el primer trimestre afectó fundamentalmente a los asalariados, que aceleraron su ritmo de caída hasta el -4,7%, en contraste con lo evolución del empleo no asalariado, que moderó desde el -3,7% al -0,3% su descenso interanual.