El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha afirmado que se deben aplicar «mecanismos creíbles» para la reestructuración y recapitalización de la banca y crear planes de ajuste capaces de recuperar la confianza en la fortaleza de los balances de las entidades.
En una comparecencia ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, Draghi, quien intervino en su calidad de presidente de la Junta Europea de Riesgo Sistémico (JERS), admitió que ha reaparecido cierta volatilidad e incertidumbre en los mercados, aunque no alcanzan el nivel de inestabilidad de noviembre de 2011.
«El sistema financiero sigue afrontando el desafío del ajuste con el fin de solucionar los desequilibrios acumulados en el pasado. Los bancos han hecho progresos en algunos frentes, pero se debe hacer más» y para el resto del sector financiero es importante que las reformas diseñadas para mejorar su resistencia a nivel de la UE y nacional sean plenamente implementadas, sostuvo.
Draghi recomendó que el ajuste bancario se efectúe de manera «ordenada» para que pueda apoyar plenamente el crecimiento sin exacerbar la fragilidad de los mercados y poner en riesgo la posición de otros en el sistema financiero.
También pidió que los planes de ajuste o de reestructuración del sector bancario en los próximos años tengan un alcance «suficiente para restaurar la confianza en la fortaleza de los balances de la banca».
Algunos indicadores muestran «cierta estabilización general en las condiciones financieras a principios del año, pero recientes turbulencias reflejan la incertidumbre que rodea esta previsión», señaló Draghi.
Las dudas sobre la solidez de los balances de la banca y el vínculo directo e indirecto entre sus cuentas y la vulnerabilidad de la deuda soberana, impulsan esta volatilidad.
En este sentido, Draghi afirmó que en la UE «persisten desafíos fundamentales» para salir de la crisis, como limitar el contagio entre estados miembros en toda la UE, promover una estrategia macroeconómica que, en combinación con la consolidación fiscal, apoye el crecimiento e impulse los ajustes necesarios en materia de competitividad para hacer frente a los desequilibrios económicos.
Para ello, una respuesta «decisiva y sostenida es un requisito previo para el éxito de medidas que garanticen un sistema financiero más resistente, capaz de proporcionar los servicios financieros necesarios para respaldar la actividad económica en una base sostenible», señaló el presidente del BCE y de la JERS.
Desde el punto de vista «macroprudencial», estas medidas incluyen la aplicación de mecanismos creíbles para la recapitalización y reestructuración de bancos donde sea necesario y mejorar la supervisión y resolución de la banca en la UE, afirmó.
En este sentido, volvió a instar a las autoridades nacionales y europeas a «actuar al unísono y con rapidez, ambición y con un total compromiso para salvaguardar la estabilidad financiera».