Los teléfonos en La Moncloa echan humo. Este viernes se cerraba una de las semanas más complicadas para el Ejecutivo desde que Mariano Rajoy llegara al poder. La prima de riesgo no da tregua; y los nervios se empiezan a apoderar de un Gobierno que tiene la sensación de no haber cejado en su empeño de poner soluciones a la crisis que atraviesa el país, y sin embargo, no hallar resultados. Desde Moncloa, el mensaje es claro y contundente: «Hay que estar tranquilos, saldremos de ésta». Rajoy cuenta con el apoyo de Europa y de la comunidad internacional, y eso anima al Ejecutivo a confiar en que España «más tarde o más temprano» saldrá de la crisis.
Por el momento, el Gobierno ha tenido que conformarse con el respaldo público de algunas de las instituciones más influyentes del mundo. Este jueves, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría lograba que el FMI y el Tesoro de Estados Unidos arroparan a la economía española. Lo hacía en su inesperado -para algunos- viaje a Washington, donde ha sido invitada a participar en la edición del selecto Club Bilderberg, una organización que cada año reúne a destacados líderes de todo el mundo para debatir a puerta cerrada. Y ese mismo día, la canciller alemana, Angela Merkel, se expresaba en términos similares: «Pido confianza en España, un país aliado en el camino hacia la consolidación fiscal».
Ahora bien, no dejan de ser palabras. Desde el Ejecutivo de Rajoy lo que se reclama es «más euro y más Europa». En definitiva, más contundencia en la actuación. De puertas para afuera, Rajoy aún se resiste a pedir ayuda. Otra cosa es lo que ocurra de puertas para adentro. El contacto con Europa es constante. Este miércoles, el ministro de Economía español, Luis de Guindos, viajó a Berlín tras su comparecencia en el Congreso para reunirse con su homólogo alemán Wolfgang Schaeuble. Y según han confirmado a este diario fuentes gubernamentales, el presidente del Gobierno ha mantenido este viernes con Merkel una conversación telefónica tras conocerse que la prima de riesgo española volvía a alcanzar un máximo histórico (543 puntos básicos).
«Hay que estar tranquilos, saldremos de ésta»
Varios miembros del Ejecutivo insisten en que son encuentros y conversaciones rutinarias entre líderes. Pero a nadie se le escapa que la difícil situación que atraviesa nuestra economía, unida a la grave crisis financiera motivada por Bankia, han hecho saltar las alarmas en las altas esferas europeas. No obstante, y lejos de intentar depurar responsabilidades dentro de nuestras fronteras, el Gobierno de Rajoy sigue convencido de que «la incertidumbre en Grecia» es la causante y de que la elecciones que se celebrarán este mes serán determinantes para invertir el rumbo.
La situación es complicada, y éso ya no hace falta que nadie lo diga. Lo que los ciudadanos reclaman ahora son soluciones. ¿Podremos mantenernos durante mucho tiempo más con la prima de riesgo por encima de los 500 puntos? Ésta ha sido la pregunta estrella de la semana; y ningún ministro ha sido capaz de responderla abiertamente. «Está claro que no», dicen en Moncloa. Pero entonces, ¿qué piensa hacer el Gobierno al respecto? «Seguir haciendo reformas», ha dicho el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros a la que ha acudido en sustitución de Sáenz de Santamaría.
Rajoy reclama más integración bancaria
El ministro no ha querido concretar cuáles serán las próximas medidas, pero sí ha aclarado que su puesta en marcha «exigirá más tiempo». «Tendremos que proyectarnos en el euro», ha insistido el titular de Hacienda, que ahora ya se muestra convencido de que la solución a nuestros problemas está en Europa. Éste no es el discurso inicial del Gobierno, que veía en las reformas estructurales, el control del déficit público y la sostenibilidad de la deuda española las recetas estrella para salir de la crisis. Hoy, seis meses después de haber llegado al poder y de comprobar que nada de lo hecho ha dado resultados, han comenzado a introducir la variable europea en su argumentario.
Hasta el momento, Bruselas era el lugar en el que rendíamos cuentas. No obstante, y desde hace unas semanas, ha comenzado a ser también el lugar al que acudimos a pedir explicaciones. Al principio daba miedo, no fuera que Merkel se enfadara y complicásemos nuestra situación. Pero ahora las circunstancias han cambiado. Ninguna de las medidas impuestas han calmado a los mercados; y Rajoy ya se ve con el valor suficiente para poner sobre la mesa sus propuestas. Una de ellas, la integración bancaria, para que el BCE pueda inyectar dinero en los bancos sin pasar por los Estados. Una de las soluciones que el Ejecutivo cree fundamental para evitar crisis como las de Bankia.
Montoro lanza un mensaje de confianza y de seguridad
Bruselas aún no se ha pronunciado firmemente sobre esta cuestión -probablemente lo hagan en el próximo Consejo Europeo-, aunque en Moncloa creen que «algo se empieza a mover en Europa». Angela Merkel, José Manuel Durao Barroso y Mario Draghi ya se han mostrado favorables a la inciativa. Ahora sólo queda ver qué dice el resto. El Gobierno entiende que la maquinaria que mueve a la Veintisiete es lenta y costosa, aunque insiste en que «los bancos españoles no son los únicos que tienen problemas».
Montoro también ha aprovechado la intervención de este viernes para lanzar un mensaje de confianza y de seguridad. «Somos uno de los principales países de la Unión Europea», ha dicho el ministro, tras insistir en que no estamos «solos». Tal y como ha recordado, en el pasado ya se ha pasado por situaciones «muy difíciles», pero ahora «tenemos detrás a Europa y un proyecto de integración». «No estamos solos. Si cumplimos, la Unión Europea responderá como siempre ha respondido», ha aseverado el titular de Hacienda, tras asegurar que el Gobierno está saneando el país, el sector bancario y el sector público para poder crecer. «Saldremos de la crisis con una Europa integrada y fortalecida», ha concluido.
La subida del IVA y la intervención, descartadas
Otros de los temas espinosos de la semana han sido la subida del IVA -recomendada por Bruselas-, y la posible intervención por parte de Europa. Ambas cuestiones descartadas por el Gobierno. Sobre la intervención, Montoro insiste en que no estamos en quiebra. Según ha recordado el ministro, España es un país de gran tamaño, que tiene invertido el 47% de su PIB en el exterior, con una alta renta per cápita, con 47 millones de habitantes y con una «intersecciones económicas muy grandes». El problema, añadió, es la deuda externa que ha acumulado España. «Pero ¿quiénes son los tenedores de esa deuda? Los máximos interesados en que todo le salga bien a España son los tenedores de esa deuda, que la quieren cobrar íntegra y España tiene capacidad para hacerla frente y pagarla íntegramente», ha explicado.
El Gobierno descarta la intervención y la subida del IVA
Respecto al IVA, Montoro dice que no recuerda que el Gobierno haya hablado en ningún momento sobre ello. «Nosotros remitimos a Europa un plan de reformas, pero nadie habló de IVA», ha insistido el titular de Hacienda, quien no debe de recordar la comparecencia de De Guindos en La Moncloa, cuando presentó el plan de reformas que España iba a remitir a Bruselas. Entonces le costó aceptarlo, puesto que decía que prefería hablar en términos «hacendísticos», pero acabó reconociendo que en 2013 probablemente haya una subida de este impuesto. Por su parte, las fuentes gubernamentales consultadas, prefieren ser más comedidas, y aunque insisten en que en la teoría una subida de este tributo no «es deseable, ni justa», en la práctica, no saben lo que ocurrirá.