Parece que el viaje de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, a Washington la semana pasada ha aprovisionado al Ejecutivo de la confianza necesaria para seguir acometiendo el programa reformista que Mariano Rajoy defiende desde que llegó al poder. Este martes, en un desayuno informativo organizado por Fórum Europa para presentar al portavoz ‘popular’ en el Congreso, Alfonso Alonso, la portavoz gubernamental ha aprovechado su intervención para lanzar un mensaje de optimismo y de tranquilidad a la sociedad española tras una semana de larga y tediosa agonía económica. «Ya se empieza a confiar en España», ha dicho la ‘número dos’ de Rajoy, en clara referencia al FMI y al Gobierno estadounidense con los que tuvo la oportunidad de reunirse el pasado jueves, y al importante apoyo que este lunes recibió de Bruselas, cuando el vicepresidente de la Comisión y responsable de Asuntos Economicos, Olli Rehn, propuso modificar las normas actuales para que el fondo de rescate europeo se use directamente para recapitalizar la banca, sin pasar por los Estados. Una importante decisión, que de materializarse, permitiría a España obtener el dinero suficiente para sanerar el sistema financiero y evitar la quiebra.
En su viaje, la ‘popular’ se sintió apoyada por la comunidad internacional y consiguió que las principales instituciones del mundo reconociesen los «importantes esfuerzos que está haciendo España». Este fin de semana, el presidente del Gobierno reconocía que nuestro país no está «al borde del precipicio», no va a «naufragar» y saldrá de la «tormenta» o la «borrasca» actual con su esfuerzo y con el apoyo de la UE. Y la razón la ha esgrimido la vicepresidenta este martes: «España no se arredra ante nada, lo ha demostrando en el pasado y lo va a hacer ahora».
Según Sáenz de Santamaría, España está hoy a la cabeza del esfuerzo reformista en el conjunto de la Unión Europea. «Empiezan a confiar en un país que está dispuesto a asumir su responsabilidad y que necesita en momentos de gran incertidumbre para todos una voluntad compartida de mayor unidad en el conjunto de la UE», ha sentenciado la vicepresidenta del Gobierno, no sin antes reclamar «mayor unidad» y apelar a la «responsabilidad compartida», puesto que éste es un momento difícil en el que no debe haber margen para «particularismos» ni lugar para buscar «réditos políticos» en el corto plazo.
«España no está sólo», decía el pasado viernes el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en clara alusión a nuestro significativo peso en la Unión Europea. Y en éstos mismo términos se ha querido volver a manifestar la portavoz gubernamental. Tanto Sáenz de Santamaría, como el Gobierno al completo, confían en que Bruselas responda de una manera favorable ante los países cumplidores. La intervención está descartada, según el Ejecutivo, aunque siempre es bueno seguir insistiendo públicamente en los tributos en los que estamos demostrando nuestra «fortaleza». «La voluntad del Ejecutivo y las ganas de trabajar del pueblo español», son algunos de ellos, tal y como ha concluido la vicepresidenta.