La historia se complica para Mariano Rajoy. Parecía que sus declaraciones de este jueves en La Moncloa habían arrojado un poco de luz y de esperanza sobre el «complicado» panorama económico-financiero español; pero todo se ha truncado. Pocas horas después han vuelto a ser puestas en entredicho. Si este jueves hablábamos de baile de cifras sobre la cantidad de millones de euros que España necesitará para sanear la banca; este viernes le tenemos que añadir la posibilidad de una inminente intervención. En esta última comparecencia, el presidente instaba a los periodistas a preguntarle a él sobre lo que quisiéramos saber, «pregúntenme a mí» pidió categóricamente, «a no ser, claro está, que alguien sepa más que el presidente del Gobierno», ironizó al mismo tiempo. A estas alturas, nadie duda del poder del presidente Rajoy en el Ejecutivo y en el partido que lo sustenta, aunque fuera de nuestras fronteras la película cambia. Cada vez parece más claro que existen importantes presiones procedentes de Europa que están reclamando al Gobierno español actuar con premura. Y eso se respira en Moncloa.
Fuentes europeas consultadas por Reuters, han anunciado incluso importantes acciones para «este fin de semana». Según la agencia británica de noticias, el Gobierno de Rajoy tendría previsto a través de una videoconferencia de los ministros de finanzas europeos pedir un paquete de ayudas para sanear la banca. La solicitud se produciría el sábado, aunque la convocatoria ha sido desmentida. Primero desde Bruselas, en boca del portavoz del Eurogrupo, Guy Schuller; y a continuación desde el Gobierno español. “No hay ninguna reunión a nivel del Eurogrupo prevista en este momento”, ha sentenciado este viernes la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este viernes.
Ésta ha sido la única negación explícita del día. Puesto que también se le ha preguntado de una manera muy directa sobre la posibilidad de que España pudiera pedir este fin de semana ya el rescate -«sí o no»- y la vicepresidenta ha optado por no entrar en el juego de las afirmaciones y los desmentidos. Según la portavoz gubernamental, el discurso del Gobierno no ha variado de «ayer a hoy», y sigue siendo el mismo que defendió este jueves Mariano Rajoy durante su encuentro con el primer ministro holandés, Mark Rutte, en el Palacio de la Moncloa: «España no tomará ninguna decisión hasta conocer los informes que están elaborando el FMI y los dos evaluadores independientes sobre la situación de la banca española».
Tal y como han confirmado a Estrella Digital fuentes gubernamentales, el informe del Fondo Monetario Internacional se conocerá oficialmente el próximo lunes, aunque ya se ha filtrado que las necesidades de la banca alcanzarán los 40.000 millones. Y respecto a la evaluación de los auditores independientes, la vicepresidenta ha asegurado que se producirá en dos fases: una a mediados de junio, y la otra, el 31 de julio.
Bulos y especulaciones
Para el Gobierno es clave respetar los procedimientos. Sáenz de Santamaría ha insistido varias veces en ello; y ha explicado en reiteradas ocasiones que, en estos momentos, el FMI y los evaluadores independientes Roland Berger y Oliver Wyman trabajan sobre la cifra que requerirá el «completo saneamiento» del sistema. «No hay decisiones tomadas en este sentido», ha señalado la portavoz, que además cree que no sería «prudente decir una cosa u otra antes de conocer las cifras». Una explicación muy lejana a la contundencia con la Mariano Rajoy negó hace dos semanas, en la sede nacional de los ‘populares’, la posibilidad de que nuestra banca fuera intervenida. «En absoluto», dijo entonces. Ahora, desde Moncloa, prefieren ser menos tajantes.
Muchos son los rumores que circulan en Europa sobre la delicada situación de nuestro sistema financiero; y pocas las armas de defensa del Ejecutivo. ¿Solución? minimizar sus efectos; y quitarle hierro al asunto asegurando que «el Gobierno se dedica a gobernar y no puede estar todo el día afirmando o negado especulaciones y bulos sobre cifras o procedimientos». En este sentido, la vicepresidenta ha apelado a la responsabilidad de cada uno y ha dicho que no es ella quien tiene juzgar este tipo de actitudes.
Tras repasar algunas de las reformas, Sáenz de Santamaría ha resaltado la importancia de poner estas fortalezas en valor y no acostumbrarse a las malas noticias porque a veces se habla del «Apocalipsis» a lo largo del día y luego «no se cumple». En este sentido, ha admitido que el momento es «muy difícil» para Europa, «quizá de los más complicados que ha vivido», aunque España está haciendo lo necesario para volver a crecer y crear empleo con reformas que buscan confianza, el requisito para volver a crecer.
Elsa S. Vejo