¿Qué opina usted sobre el rescate a la banca?
El rescate a la banca es uno de los peores episodios que ha sufrido la economía española en los últimos veinte o veinticinco años. Es el resultado de una política económica completamente errónea que se inició en los años 90 con el Partido Popular y que siguió también con el Partido Socialista durante los ocho años de gobierno de Zapatero. Esta política nos ha convertido en un país completamente sobre endeudado, fundamentalmente en el sector privado, tanto familias y empresas como del propio sistema financiero que ha provocado que necesitemos una inyección de capital simplemente para poder solucionar la quiebra de buena parte del sistema financiero. Por lo tanto, esto nos va a lastrar durante al menos una década, en el crecimiento futuro, la creación de empleo y la generación de riqueza y probablemente, como decía, sea la peor noticia económica de los últimos 20 años.
¿Qué va a suponer a corto, medio y largo plazo? ¿Cuáles serán las consecuencias?
A corto plazo lo que va a suponer es un aumento de la deuda pública. Es decir, buena parte de la deuda privada se va a convertir en deuda pública, con lo cual nuestra ratio de deuda pública sobre el PIB se puede ir cerca del 80% o 90%, y eso obviamente lo que va a generar es un encarecimiento de la financiación del estado español. Las emisiones de deuda que va a necesitar España se van a hacer a un tipo de interés más caro y vamos a tener que pagar más intereses.
En el medio plazo supondrá que las entidades financieras vayan a sufrir todavía más una situación de sobre endeudamiento, puesto que una parte de este rescate lo van a tener que pagar las entidades financieras, con lo cual todavía vamos a tardar más en recuperar el nivel de deuda apropiado para poder empezar a crecer. Por lo tanto, a las familias que están pagando hipotecas, las empresas que quieran tener un préstamo o un crédito, les va a ralentizar la posibilidad de hacerlo.
En el largo plazo, lo que va a suponer para la economía española es, como mínimo, una década de un crecimiento muy bajo alternándose caídas del crecimiento o crecimiento cero. En definitiva un empobrecimiento cifrado en torno al 20/ 25% en el largo plazo.
Las tres fases van a terminar en que el desempleo en España va a seguir siendo altísimo (por encima del 20%), en que no se va a poder recuperar la economía española en muchos años, en que va a haber una cierta desbandada de capital humano, es decir, personas que van a tener que abandonar el país para encontrar un empleo, y también una salida no desdeñable de fondos de capital español y no español, que hasta ahora se alojaba en España que va a buscar otros destinos, fundamentalmente europeos o americanos.
¿Es una medida correcta, tomada a tiempo, o existían otras alternativas?
Existía una alternativa que nosotros llevamos diciendo algún tiempo, que era en lugar de haber hecho un rescate al sistema financiero, lo que teníamos que haber hecho es una quita de deuda, el equivalente aproximadamente entre el 10% y el 7% del PIB.
Es decir, hay una parte de la deuda, sobre todo la deuda privada, como decía, de familias y de empresas y del propio sistema financiero que no se va a poder pagar.
La banca tiene en su cartera o en su balance una serie de activos, los llamados activos tóxicos, fundamentalmente suelo, promociones enteras sin vender, incluso promociones sin terminar que no se va a poder pagar esa deuda. Por lo tanto, lo ideal habría sido quitar eso del balance y hacer una quita para que esa deuda que ahora mismo está latente, desaparezca. De esta forma el balance financiero de las sociedades financieras se reduciría y al reducirse el balance financiero, lo que se reducen son las necesidades de capital. Una parte de la deuda hipotecaria de buena parte de las familias españolas tampoco se va a poder pagar dado el nivel de desempleo, y lo que se podría haber hecho es una reducción de la deuda de familias y empresas del sistema financiero que permitiría tener más liquidez en el corto y medio plazo.
Hasta que no ocurra eso, hasta que no se reduzca drásticamente el nivel de deuda privada en España, no va a ser posible empezar de nuevo a crecer y desde luego el sistema financiero no va a poder ser capaz de digerir todo lo que tiene ahora mismo en su balance. Por lo tanto, una alternativa hubiera sido una quita de deuda, no solamente a nivel español sino a nivel europeo, que todo el sistema europeo se hubiese puesto de acuerdo para hacer una quita de deuda de los países más problemáticos como España, Grecia, Portugal, Italia y porque no, una parte de Francia, y con esa reducción del balance financiero seguramente habríamos tenido de cara a los mercados financieros y a la economía productiva, una capacidad de crecimiento adicional que ahora mismo no tenemos.
Sí, había alternativa, pero desde luego el lobby financiero, el lobby bancario lo que no quiere es perder ni un euro de lo que realmente le deben, entonces sigue atrapado en una situación en la que cree que se lo van a poder pagar y en realidad no se lo van a poder pagar. Cree el lobby bancario que va a poder cobrar toda esa deuda y realmente no la va a poder cobrar.
Es la última medida que se debería haber tomado porque cuando tú tienes un exceso de deuda, lo peor que puedes hacer al sistema es inyectarle más deuda. Ahora mismo España ha asumido una deuda adicional que vale diez puntos del PIB, que son los 100.000 millones de euros. Con lo cual el país está completamente endeudado, fundamentalmente el sector privado pero parte de esa deuda privada se va a convertir en deuda pública porque el Estado es el que tiene que garantizar que se devuelva esa deuda, es decir que estamos haciendo crecer la bola de deuda cuando lo que teníamos que hacer es reducir la bola de deuda.
Así que es lo contrario de lo que habría que hacer precisamente porque hay un lobby, hay unas fuerzas vivas fundamentalmente del sistema bancario europeo y mundial que no quieren perder parte, o nada, de lo que realmente cree que es suyo; esa deuda que no se va a poder cobrar. Estamos en la peor situación posible, somos un país hiper endeudado, con lo cual toda la maquinaria de desconfianza y sobre todo de abandono de España como lugar de inversión, nos va a provocar muchísimo sacrificio a corto, medio y largo plazo.
Marina García-Rico