Toda la oposición en bloque ha exigido este lunes al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que comparezca de forma urgente en el Parlamento para que explique la ayuda de hasta 100.000 millones de euros concedida por la Unión Europea para sanear la banca española.
Desde el PSOE hasta la Izquierda Plural, pasando por CiU y PNV, los diferentes grupos han presentado en el Congreso sus respectivas solicitudes de comparecencia urgente de Rajoy para dar cuenta de esa ayuda, pero la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, se ha encargado de asegurar que, en todo caso, no se producirá antes de la cumbre de la UE del 28 y 29 de junio.
Aunque el Gobierno no reconoce que esa ayuda signifique un rescate de la banca, la mayoría de los partidos ha utilizado este término y han criticado al Ejecutivo por eludir esa palabra.
Los socialistas ya adelantaron este domingo que pedirían la comparecencia y este lunes, su secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha señalado desde Berlín que lo prioritario es ver cuál será «la letra pequeña del rescate».
«El gobierno ha estado intentando demostrar que no ha habido rescate», pero «a cada minuto que pasa» se demuestra lo contrario, ha dicho Rubalcaba después de calificar de «inquietantes» los rumores que llegan desde Bruselas y que apuntan a ajustes adicionales en España.
Y para intentar conocer algunos detalles de la ayuda y sus repercusiones, el grupo socialista ha cambiado seis de las diez preguntas que había registrado para el pleno del Congreso del miércoles para interesarse por esa medida.
CiU también se ha sumado a la petición de comparecencia. Su portavoz en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, ha reprochado a Rajoy el «triunfalismo» y la «ligereza» con que ha presentado el «rescate» a la banca, un anuncio «positivo», en su opinión, en medio de esta situación «negativa» de la economía española.
Pese a que ha valorado la medida porque puede servir para tomar «el camino de recuperación de la confianza», Duran ha instado al jefe del Ejecutivo a que impulse nuevas reformas estructurales para evitar una «intervención» de España.
La Izquierda Plural y el BNG también quieren que Rajoy informe del acuerdo y de sus consecuencias. «Rajoy pretende vendernos un mundo idílico, pero el rescate va a conllevar nuevos recortes», han subrayado los nacionalistas gallegos.
El rescate provocará «más recortes sociales»
Desde IU, su coordinador general, Cayo Lara, ha dejado claro que su organización apoyará las movilizaciones que se convoquen contra la ayuda y convocará también las suyas para expresar su rechazo a este «rescate» que acabarán pagando los ciudadanos con «más recortes sociales».
Se trata en definitiva, ha señalado Lara, del «rescate» a un «agujero de especulación inmobiliaria» creado en la banca y del que son responsables tanto el PP como el PSOE, porque se remonta a la época en la que presidía el Gobierno José María Aznar.
De forma inmediata quiere el PNV que Rajoy dé las oportunas explicaciones porque entiende que no se puede esperar hasta julio para aportar a la Cámara los «detalles y los condicionantes» de la ayuda, así como las razones por las que en tan solo dos semanas el Gobierno ha pasado de «descartar el rescate bancario a aceptarlo».
También Amaiur se ha pronunciado sobre la ayuda, que ha calificado de «estafa», a la vez que ha acusado al Gobierno de «mentir constantemente» sobre las condiciones del préstamo y ha remarcado que la banca «no necesita ser rescatada, sino investigada, procesada y juzgada».
Desde UPyD, su portavoz, Rosa Díez, ha explicado que no ha podido registrar el requerimiento de comparecencia de Rajoy porque hace falta que sea firmado al menos por dos grupos parlamentarios, pero ha insistido en exigir al presidente que acuda ya a la Cámara.
Ha añadido que su negativa a hacerlo supone «la máxima manifestación de falta de respeto a los ciudadanos», así como una muestra de «prepotencia» que resulta «impropia en un jefe de Gobierno».
Por ERC, su secretaria general, Marta Rovira, ha afirmado que el Ejecutivo «está haciendo el ridículo negando una y otra vez que estemos ante una intervención de la UE en toda regla» y al no utilizar la palabra «rescate».