El futuro del euro depende de uno de los países que forman los PIGS. Portugal, Irlanda, Grecia y España. Los 4 rescatados, los 4 apestados, los 4 cerdos. Y sin embargo, todo la Unión Europea mira el resultado de las próximas elecciones griegas de este domingo agarrando con fuerza su dinero ante la desestabilización financiera que podría suponer que Grecia no respete la agenda que le imponen sus colegas europeos. El el miedo de la salida del país heleno del euro y la ruptura con el plan económico europeo, ha hecho a Bruselas jugar sus cartas y lanza un farol; los ciudadanos griegos podrían encontrarse con un corralito si deciden votar a las dos extremas; izquierda y derecha.
1. Los candidatos
Antoni Samaras. Partido Nueva Democracia. Conservador. Se posicionó en primer lugar tras las primeras elecciones griegas en mayo, aunque no consiguió el apoyo suficiente para formar Gobierno. Es el candidato preferido de la UE. Se decanta a favor de las medidas de austeridad acordadas por el G-20 en Atenas y la responsabilidad con sus acreedores.
Evangelos Venizelos. Partido PASOK. Socialista. Junto a Samaras, forma el frente común no oficial contra la izquierda radical. Según las últimas encuestas en intención de voto que dan el triunfo a Antonis Samaras con un 23%, otro 15% de los votos irían para Venizelos. En total sumarían los 151 diputados necesarios para formar Gobierno.
Alexis Tsipras. Syriza. Izquierda radical. Es el partido más partidario a cancelar los recortes acordados por el Eurogrupo y el que, en un principio, era más favorable a la salida del euro. Aunque finalmente y, ante el miedo de perder electores, ha asegurado que no su triunfo no supondrá la salida.
Nikos Michaloliakos. Amanecer Dorado. Extrema derecha. Obtuvo 21 diputados en el Parlamento griego en las elecciones del pasado 6 de marzo.
2. La influencia del resultado en Europa
Las elecciones griegas son determinantes para conocer si Europa puede continuar con su plan de salida para la crisis o por el contrario, tiene que empezar a desarrollar una nueva estrategia ante el resquebrajamiento que desestabilizaría los mercados.
Si gana la izquierda radical, contraria al plan europeo, Grecia podría salir del G-20, no respetaría los recortes, ni la auditoría a los bancos españoles y hasta podría dejar la moneda común. Europa debería desarrollar un plan para que la deuda externa que tiene el país se quedara en euros.
Así, si vence el conservador Samaras, el plan europeo seguiría adelante. El líder de Nueva Democracia apoya la política de Bruselas de recortes y financiación a la banca. La continuidad de este plan permitiría a Italia y Francia solicitar también ayuda a Bruselas para su sector financiero.
3. La amenaza europea a Grecia, cuestión de faroles
Bruselas ya habla de corralito (poner límites en los cajeros) y de suspender el tratado de Schengen (libre circulación de los ciudadanos). Para el Asesor Financiero de la Universidad Alfonso X el Sabio, David Rodríguez, es una buena medida para «meter presión a los electores y que voten con cabeza». En su opinión las amenazas europeas son exageradas pero razonables. «Bruselas también habló de rescate español los días previos a las elecciones con la intención de presionar a los electores». La UE saca sus peculiares armas ante cualquier indicio de que la situación se complique y se desmarque de las líneas de su plan.
4. La influencia del resultado en España
Psicológico. Eurodiputados, diputados españoles y economistas defienden que afectaría a España según afecte al pulso de los mercados. Para la mayoría, salga lo que salga, que salga ya y pase pronto para poder empezar a respirar a partir de agosto y septiembre. España necesita estabilidad, tanto el mercado de renta variable como el del euro, ambos muy lesionados.
Eva Díaz