La crisis de deuda de la eurozona y los resultados de las elecciones en Grecia monopolizarán la cumbre del G-20 que se celebra este lunes y martes en Los Cabos (México). Los líderes europeos presentes en el encuentro pedirán al resto de socios que contribuyan a aportar soluciones a la crisis.
En la reunión -a la que asistirán el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el ministro de Economía, Luis de Guindos, al ser España un «invitado permanente» del G-20- se examinará también el rescate a la banca española de hasta 100.000 millones de euros ofrecido por el Eurogrupo.
Por parte de la UE están presentes también en el G-20 los presidentes de la Comisión y el Consejo, José Manuel Durao Barroso y Herman Van Rompuy; así como la canciller alemana, Angela Merkel; el presidente francés, François Hollande; y los primeros ministros de Italia, Mario Monti, y Reino Unido, David Cameron.
Desde Los Cabos llegarán las primeras reacciones al resultado de las elecciones griegas de este domingo, en las que han ganado los partidos proeuropeos. «Dejaremos claro que queremos que Grecia permanezca en la zona euro mientras respete sus compromisos», aseguró este viernes Barroso en un comunicado sobre sus objetivos en la cumbre del G-20.
Los líderes europeos harán valer en la cumbre de México, prosiguió el presidente de la Comisión, «la acción determinada de la UE para dar una respuesta global a la crisis de la deuda». «Reafirmaremos frente a nuestros socios del G-20 nuestro compromiso de salvaguardar la estabilidad financiera de la zona euro y su integridad», insistió.
Al mismo tiempo, la UE pedirá a sus socios «que contribuyan a la solución dando un fuerte impulso para reequilibrar la economía mundial». Bruselas espera que de la reunión salga un «plan para el crecimiento» con compromisos de todos los países, incluyendo Estados Unidos, Japón y China.
En lo que se refiere al rescate bancario de España, los líderes del G-20 esperan que Rajoy dé más detalles sobre cómo usará este paquete de financiación europeo para recapitalizar su sector financiero, según ha avanzado el ministro de Finanzas de México, José Antonio Meade. El objetivo es despejar las dudas que ha generado el rescate, y que ha llevado a máximos la rentabilidad de la deuda española y la prima de riesgo.
Otro punto importante en el orden del día de la cumbre del G-20 será la reforma de la arquitectura financiera internacional. Los líderes europeos alegarán que «van por buen camino» para culminar todos los cambios en 2013 y pedirán al resto de socios que también cumplan estos compromisos.
Una tercera sesión de trabajo se centrará en el desarrollo, la seguridad alimentaria y el desarrollo verde. Los líderes del G-20 debatirán asimismo sobre comercio, creación de empleo y crecimiento.
La primera cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del G-20 se celebró en Washington en noviembre de 2008, tras la quiebra del banco estadounidense Lehman Brothers. Hasta 2010, los dirigentes del G-20 se reunían dos veces al año, y desde el año pasado las reuniones se organizan anualmente. La cumbre de 2013 estará organizada por Rusia en San Petersburgo.
La Unión Europea es miembro de pleno derecho del G-20, junto con Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, Italia, India, Indonesia, Japón, México, la República de Corea, Rusia, Arabia Saudí, Sudáfrica, Turquía, el Reino Unido y los Estados Unidos.