El Gobierno español negocia con el Eurogrupo las condiciones del préstamo de hasta 100.000 millones de euros para la banca española, con el objetivo de que contamine lo menos posible la deuda soberana, y tiene intención de formalizar la petición de ayuda esta misma semana.
Fuentes del Ejecutivo español han facilitado estos detalles después de que la canciller alemana, Angela Merkel, afirmara que el G20 había solicitado a España que concretara con rapidez y claridad su petición de ayuda.
Según estas fuentes, España es la primera interesada en tramitar con celeridad la ayuda, pero se está negociando el memorándum que establecerá las condiciones bajo las que se inyectará el dinero al FROB, de titularidad pública.
«Más que Merkel está interesada España en recapitalizar los bancos, pero hay que hacer las cosas bien», insisten desde el Gobierno español, que espera recibir el jueves los informes de las evaluadoras independientes sobre las necesidades de capital de la banca.
Para cuando se formalice la petición de ayuda al Eurogrupo, añaden las fuentes, deberían conocerse ya las condiciones con las que se concederá el préstamo, que el Gobierno español espera que den seguridad y generen certidumbre en los mercados.
No han querido adelantar las fuentes los términos del préstamo, aunque han apuntado que se negocia la posibilidad de que si en el futuro los socios del euro cambian las reglas para los rescates bancarios, España pueda sumarse a la nueva fórmula.
Tras constatar que el vínculo entre riesgo bancario y riesgo soberano ha resultado «tremendamente dañino», el jefe del Ejecutivo de España, Mariano Rajoy, consideró ayer ante el plenario de la cumbre del G20 que era prioritario romper esa relación.
Pero, según han señalado las fuentes consultadas, con esas declaraciones simplemente constataba los problemas registrados, pero no reclamaba que la ayuda se canalizara directamente a los bancos, porque asume que no es posible.
«No se va a renegociar que la ayuda se canalice a través del FROB, sino en qué términos se concede el préstamo», han subrayado las fuentes.
Cuando el Eurogrupo acordó aprobar la línea de crédito, se dejó claro que no se impondrían al país condiciones macroeconómicas y que sólo se exigirían cambios al sector financiero, pensando que así se eliminaría el riesgo para la deuda soberana.
Pero los acontecimientos de los últimos días, con la prima de riesgo y el interés del bono español a diez años en máximos históricos desde la entrada del euro, han demostrado que esa precaución no era suficiente, ya que, en cualquier caso, el préstamo se contabilizará como deuda y los intereses computarán como gasto para el déficit.
Estrella Digital/Efe