El Gobierno de Chipre ha comunicado este lunes por la tarde a las autoridades europeas su intención de solicitar ayuda financiera del fondo de rescate para recapitalizar el sector bancario del país, según informó el Ejecutivo en un breve comunicado.
«El Gobierno de la República de Chipre ha informado hoy a las autoridades europeas pertinentes su decisión de solicitar a los miembros de la eurozona una petición de asistencia financiera al FEEF/MEDE», anunció.
El Ejecutivo señala que el objetivo de esta decisión es «contener los riesgos» para la economía del país, particularmente los que se derivan de un contagio negativo de los efectos que tiene sobre su sector financiero su gran exposición a la economía griega.
De esta manera, Chipre, que asumirá la presidencia de la UE el próximo 1 de julio, se convierte en el quinto país de la eurozona en solicitar la ayuda financiera de los mecanismos de rescate europeos, después de que ya lo hicieran Grecia, Irlanda, Portugal y España.
Chipre debe conseguir antes del próximo 30 de junio, día en que concluye el proceso para la recapitalización del sistema bancario del país, 1.800 millones de euros para sanear al segundo mayor prestamista del país, Cyprus Popular Bank, que se ha visto afectado por su exposición a la deuda griega.
De hecho, la agencia de calificación crediticia Fitch Ratings ha rebajado este lunes en un escalón la calificación de Chipre, desde ‘BBB-‘ a ‘BB+’ con perspectiva ‘negativa’, lo que la sitúa en la categoría denominada ‘bono basura’, debido a las «sustanciales» necesidades de capital de la banca del país por su exposición a Grecia.
Según los cálculos de Fitch, además de los 1.800 millones de euros reconocidos por Cyprus Popular Bank, los bancos chipriotas requerirán una inyección de capital adicional de hasta 4.000 millones de euros, una cifra «conservadora» que la agencia reconoce que está sujeta a «considerable incertidumbre».
Estrella Digital/EP