«La responsabilidad y el control van de la mano. Para mí y para el contribuyente debe haber un garante, y el garante es el Estado español, porque el Estado español es el que puede decir a sus bancos qué tienen que cambiar». Con estas contundentes palabras, pronunciadas este viernes en la cumbre del crecimiento de Roma, la canciller alemana, Angela Merkel, despejó todas las dudas. El Gobierno español ha luchado hasta el último momento para lograr que la ayuda a los bancos españoles de 100.000 millones de euros procedentes del Eurogrupo no pasara por el FROB, sino que fuera directamente a las entidades y así no engordar más la deuda nacional y generar más desconfianza en los mercados. Pero la irrevocable negativa alemana ha obligado al Partido Popular a cambiar de discurso. En Génova ya han asumido que esta petición no será concedida, así que desde la sede nacional del partido que sustenta al Ejecutivo comienzan a proyectar la necesidad imperiosa de salir del Consejo de Europa de esta semana, por lo menos, con una «hoja de ruta y unos plazos que favorezcan a España».»Ésto, junto con la unión bancaria y financiera, es realmente lo importante de la próxima cumbre en Bruselas», han asegurado fuentes ‘populares’.
Ya es oficial. Este lunes, el ministro de Economía, Luis de Guindos, envió al presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, la carta en la que solicita formalmente y en nombre del Gobierno, asistencia financiera para la recapitalización de las entidades financieras que lo requieran. «Tengo el honor de dirigirme a usted en nombre del Gobierno de España, para solicitar formalmente asistencia financiera para la recapitalización de las entidades financieras españolas que así lo requieran», comienza la misiva, en la que De Guindos dice que el instrumento en el que se materializará la ayuda tendrá en consideración las diferentes posibilidades disponibles y las que se puedan decidir en el futuro.
Y es precisamente este instrumento el que está generando una gran expectación dentro y fuera de nuestras fronteras. Las condiciones que asumamos tras esta asistencia serán claves para nuestra recuperación. Aunque los datos conocidos al respecto aún son escasos. El Gobierno insisite en que no habrá «condiciones macroeconómicas» y que serán los bancos los que respondan por este «dinero prestado». No obstante, existen importantes dudas a este respecto. De hecho, y tal y como ha asegurado este lunes en el Senado el comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, «se diga o no se diga», los mecanismos de «vigilancia» se van a aplicar «con más atención» que sobre otro país que no haya pedido ayuda a sus socios.
Unas declaraciones que la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha calificado de «perogrulladas». «Como siempre, sus declaraciones parecen encaminadas a ayudar a España», ha sentenciado en tono irónico De Cospedal en una rueda de prensa en la sede nacional. «Obviamente, si se da dinero a las entidades financieras, éstas tendrán que responder de ese dinero y por lo tanto se vigilará. Es bastante de perogrullo», ha concluido la ‘popular’, sin querer volver a incendiar la polémica con el socialista, con el que hace unas semanas su partido tuvo un serio enfrentamiento en el que incluso se llegó a pedir su dimisión públicamente -cuando aseguró que el rescate bancario se traducirá en la liquidación de entidades que no sean viables-, y que posteriormente el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tuvo que sofocar.
Por el momento, todo son especulaciones. La comparecencia del presidente del Gobierno para explicar la letra pequeña del «memorandum» no se producirán hasta julio. Será en el Congreso de los Diputados. Una decisión muy criticada por la oposición, que la lleva solicitando desde que el Gobierno hizo pública la petición de «asistencia financiera» a la Unión Europea.
Balance de los primeros seis meses de Gobierno
Aunque este lunes, en el número 30 de la calle Génova sólo han querido hablar del «balance positivo» de los seis primeros meses de Mariano Rajoy en el Gobierno. En otro plano queda ya el rescate bancario. Según ha insistido la secretaria general del PP en varias ocasiones, el Gobierno no ha dejado de trabajar para conseguir la recuperación económica de España y la creación de empleo. En este sentido, De Cospedal ha destacado la agenda reformista del Ejecutivo -14 proyectos de ley, dos leyes orgánicas, dos reales decretos legislativos y 20 reales decretos aprobados-, así como también la actividad exterior de Rajoy -16 viajes internacionales y europeos- para recuperar la credibilidad y la confianza en la economía española.
No obstante, en el PP son conscientes del desgaste electoral que «algunas» de sus medidas están causando. Con los comicios autonómicos de Euskadi y Galicia a la vuelta de la esquina, De Cospedal ha reconocido que hay actuaciones del Gobierno que tendrán mejor acogida y otras peor. «Hay reformas que ha sido necesario hacer por la situación económica», ha explicado De Cospedal, que cree que desde ese punto de vista es «lógico que la popularidad del Gobierno pueda cambiar».
Ahora bien, desde el Partido Popular la máxima sigue siendo la misma que cuando Mariano Rajoy llegó a La Moncloa: «Seguir trabajando». En este contexto, la secretaria general de la formación se reúne esta tarde con los líderes regionales. A ellos les volverá a explicar que la principal función del partido en esta etapa consiste en apoyar al Gobierno en su petición de una «Europa más fuerte». «Más integración fiscal, financiera e incluso política», ha insistido De Cospedal desde Génova, donde también ha tenido que desmentir que existan «tensiones» entre Rajoy y Angela Merkel. «Las relaciones son, han sido y van a seguir siendo muy intensas. El Gobierno español esta luchando con mucha dureza y vehemencia por los intereses de nuestro país», ha concluido la ‘popular’, evitando en todo momento valorar los rumores que sitúan a Rajoy cada vez más cerca de las políticas de François Hollande.