El pequeño y mediano comercio español afronta el inicio de la campaña de rebajas de verano con «cierto optimismo» y con la previsión de que se mantenga o repunte la facturación del año pasado, cuando se situó en 3.300 millones de euros, según informó la Confederación Española de Comercio (CEC) en un comunicado.
Las estimaciones de los comerciantes apuntan a que los consumidores moderarán su gasto hasta una media de unos 60 ó 70 euros por persona, en una campaña en la que los descuentos partirán desde 30% y «rápidamente» se irán incrementando hasta alcanzar el 70%, ante la necesidad de «dar salida al stock acumulado y convertirlo en liquidez para afrontar pagos corrientes».
La mayor bajada de precios se producirá en los artículos textiles, que representan un 75% del total de las ventas en rebajas. Las prendas de vestir y los complementos son los artículos más vendidos, seguidos de los de equipamiento tecnológico y del hogar.
La facturación global en período de rebajas (invierno y verano) supone para un importante número de comercios aproximadamente el 30% del volumen anual de sus ventas.
Acortar las rebajas
Según la CEC, más del 85% de los comercios considera que el impacto positivo de las rebajas se concentra en las dos primeras semanas, de ahí la propuesta reiterada del sector de acortar el periodo de descuentos y establecerlo en un mes de duración.
«La disparidad del calendario de rebajas entre los distintos territorios y el lanzamiento de promociones de manera continuada durante todo el año diluyen el concepto de rebajas originario, de manera que no se obtienen niveles de facturación tan altos como sucedía hasta hace pocos años», señala la CEC.
Por este motivo, desde la patronal del comercio se reclama una normativa nacional única que defina los tiempos y los sistemas de promoción y ventas que permitan «recuperar el verdadero concepto de rebajas» y evite prácticas desleales fuera del periodo estipulado para que sean realmente efectivas.