Los ministros de Finanzas de la zona del euro prevén cerrar un «acuerdo político» sobre los términos y las condiciones de la ayuda de hasta 100.000 millones de euros que concederán a España para recapitalizar su banca, si bien el memorando de entendimiento no estará listo hasta finales de mes.
Durante las últimas dos semanas, expertos de la Comisión Europea, junto a técnicos de la Autoridad Bancaria Europea (ABE), del Banco Central Europeo (BCE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI), han negociado el documento con el Gobierno español y hoy presentarán al Eurogrupo un borrador de los términos del préstamo y las condiciones que se impondrán a las entidades individualmente y al sector financiero en su conjunto.
El texto no recogerá una cifra definitiva de la ayuda que se concederá a España, sino que se remitirá a la cantidad máxima de 100.000 millones de euros a la espera de que a finales de mes se conozca el resultado de la evaluación pormenorizada de las carteras crediticias de la banca que el Gobierno encargó a cuatro auditoras.
El préstamo se canalizará inicialmente a través del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), pero una vez esté en vigor el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), la ayuda se trasladará al fondo de rescate permanente sin adquirir el estatus de acreedor preferente y se abrirá la vía para la recapitalización directa.
Esta opción no llegará a tiempo para España, porque antes debe crearse un supervisor bancario único para la eurozona y éste no estará en vigor hasta al menos la segunda mitad de 2013, según un alto cargo de la UE, cuando la ayuda española ya estará inyectada.
Finlandia podría además complicar un acuerdo, dado que quiere, como ha hecho ya con Grecia, garantías por parte de España a cambio de la ayuda a través del FEEF.
Se prevé que antes de fin de mes el memorando esté finalizado y listo para ser rubricado, probablemente en una nueva reunión del Eurogrupo que podría celebrarse el 20 de julio.
Por otra parte, España podría avanzar a sus socios las nuevas medidas que anunciará próximamente para reducir el déficit.
Además, España juega hoy sus cartas en la designación de nombramientos claves como la presidencia del Eurogrupo, la vacante que ha dejado el español José Manuel González-Páramo en el Comité Ejecutivo del BCE, y la dirección general del MEDE.
Según la revista alemana «Der Spiegel», Alemania y Francia habrían acordado compartir la presidencia del Eurogrupo, pero París ha abogado el domingo por prolongar el mandato del primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker, quien aceptaría quedarse seis meses más a cambio de que el gobernador del banco central luxemburgués, Yves Mersch, ocupe la silla en el BCE.
España aspira a retener ese puesto con el nombramiento del actual director del servicio jurídico del BCE, Antonio Sáinz de Vicuña, y también ha puesto el ojo en la dirección general del MEDE, para la que se ha señalado como posible aspirante a Belén Romana García, directora general del Tesoro en el último Gobierno de José María Aznar.
El Eurogrupo también evaluará los resultados de las misiones iniciales de la «troika» -la Comisión Europea, el BCE y el FMI- en Grecia y en Chipre, dado que en el primer caso hay que negociar un nuevo memorando, y en el segundo, definir un rescate completo.
En ambos casos, no se esperan decisiones hasta finales de agosto.