Se había anunciado que sería «inminente», pero al final el Gobierno presido por Mariano Rajoy ha decidido dejar «un margen técnico» de seis semanas para subir el impuesto sobre el valor añadido (IVA). Será a partir del 1 de septiembre cuando varios productos vean inflado su precio de golpe. Muchos de ellos incluso 13 puntos porcentuales por encima de lo establecido hasta el momento. Según ha informado este viernes el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, acudir al cine, el circo o el teatro será considerablemente más caro a partir de septiembre. Lo ha hecho en La Moncloa, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros -el de esta semana especial por haber estado precedido por una reunión «deliberante» con el Rey en el Palacio de la Zarzuela-, y tras aprobar el mayor ajuste de la democracia, cifrado en 65.000 millones.
Tal y como ya adelantó el presidente del Gobierno este miércoles en el Congreso de los Diputados, la subida de este impuesto «no agrada a nadie, pero es imprescindible». Partiendo de esta base, el Ejecutivo ‘popular’ ha decido -obligado o recomendado por Bruselas- subir el IVA general del 18 al 21%, el reducido del 8 al 10%, y mantener, por su parte, el superreducido al 4%. La duda a este respecto residía en saber cuáles iban a ser los productos que se mantenían o cambiaban de grupo en esta nueva ordenación tributaria. Y ésta ha sido la incógnita más importante que este viernes ha desvelado el ministro de Hacienda en su exposición. Ha tenido que ser preguntado por ello explícitamente, pero al final ha acabado explicándolo.
Según ha detallado Montoro, el mapa quedaría de la siguiente manera:
– En el grupo del IVA superreducido (4%) estarán los siguientes productos: pan, leche, queso, huevos, frutas y verduras y otros alimentos básicos. Además, también se mantendrá este porcentaje a algunos productos culturales como los libros, los periódicos y las revistas.
Novedad: La vivienda abandonará a partir del 1 de enero de 2013 este grupo y comenzará a tasarse al 10%. Pero por el momento, y en lo que resta de año, los españoles aún podrán comprarse una casa con el 4% del IVA.
– En el grupo del IVA reducido (que pasa del 8 al 10%) es donde se incluyen más novedades. En él sólo estarán ya el transporte, la hostelería y la cesta de la compra.
Novedad: Dejarán de formar parte de este grupo los servicios funerarios y algunos productos sanitarios como el material, los equipos o instrumentos para prevenir diagnosticar y tratar enfermedades o las dolencias o la asistencia sanitaria dental. Además, también se excluyen las entradas a espectáculos culturales como teatros, cine, parques de atracciones, espectáculos deportivos, conciertos, bibliotecas, museos o zoológicos. Y en orto orden de cosas, los aparatos para suplir las deficiencias físicas de hombres o animales, los servicios de limpieza de vías públicas, los arrendamientos con opción de compra de viviendas, los servicios de peluquería y los servicios efectuados en favor de titulares de explotaciones agrícolas. Todos ellos, a partir del 1 de septiembre comenzarán a tasarse al 21%.
– En el grupo del IVA general (que pasa del 18 al 21%) se mantiene todo lo que había hasta el momento, más todos los productos que se excluyen del grupo del IVA reducido y que acabamos de detallar.
Está claro que el «panorama sombrío» que dibujó el líder del Ejecutivo el pasado miércoles cuando adelantó la nueva batería de medidas que tiene previsto acometer y con las que espera ahorrar hasta 65.000 millones de euros en dos años, ha dejado allanado el camino a los tres ministros que este viernes tenían la labor de dar la cara y someterse a las preguntas de los periodistas para explicar más detalladamente el nuevo ajuste. Los encargados han sido la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, el ministro de Hacienda y el ministro de Economía, Luis de Guindos, que han vuelto a insistir en el argumentario que su jefe ya desgranó en el Parlamento. «Son tiempos difíciles», «vivimos un drama» y «es tarea de todos colaborar para volver a colocarnos en la senda del crecimiento» han sido algunos de los argumentos más utilizados por el Gobierno para justificar los «esfuerzos adicionales» que están pidiendo a los ciudadanos, algunos muy desencantados con las políticas adoptadas por el Ejecutivo, como es el caso de los funcionarios, uno de los colectivos más damnificados por el nuevo paquete de recortes.
Los funcionarios se rebelan y el Gobierno lo «respeta»
Ellos son los que desde el miércoles llevan manifestándose de manera espontánea en las principales ciudades españolas. Comenzaron en Madrid frente al Congreso de los Diputados, pocas horas después de que Rajoy anunciara los últimos recortes, pero el malestar generalizado se ha extendido como la pólvora por el resto del país. Al grito de «el próximo parado, que sea un diputado» han mostrado su indignación por las últimas medidas adoptadas: la supresión de la paga extra de Navidad, ajuste del número de liberados sindicales, equiparación de las condiciones en situación de incapacidad laboral a la del resto de trabajadores y reducción del número de días de libre disposición, que según ha detallado Montoro pasarán de 6 a 3, y además se eliminarán los canosos (días adicionales por el grado de antiguedad).
Unas protestas que de puertas para adentro parecen comenzar a inquietar al Gobierno. Públicamente, Sáenz de Santamaría ha preferido no contestar a la cuestión que se le ha planteado este viernes sobre si cree el Ejecutivo que se podrían recrudecer las protestas en las calles a partir de septiembre, pero ya es bien sabido por todos que la tensión se corta con un cuchillo dentro del Gabinete de Rajoy. En este contexto, la vicepresidenta ha preferido ser comedida, y tras pedir «paciencia, prudencia y responsabilidad», ha asegurado que el Gobierno siempre «respetará el derecho de los ciudadanos a manifestarse». Sáenz de Santamaría ha reconocido el «esfuerzo» que se les está pidiendo a los funcionarios y ha puesto en «valor» su labor al frente de la administración pública. En este sentido, les ha recordado que el Gobierno de Rajoy no les ha recortado el sueldo -como sí que hizo Zapatero- sino que les ha suspendido una paga extraordinaria que en 2015 se les comenzará a ingresar en los planes de pensiones.
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Elsa S. Vejo