Los trabajadores autónomos han adelantado a Hacienda desde el mes de enero más de 390 millones de euros de IVA en facturas no abonadas y no cobradas, según datos de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) difundidos este viernes, coincidiendo con el cierre trimestral de liquidaciones de IVA.
ATA se queja de que los autónomos estén obligados a seguir financiando al Estado «como si fueran un banco», adelantando impuestos sobre cantidades que ellos no han ingresado.
Para la organización, resulta «incomprensible e inadmisible» que todavía no se haya resuelto este problema para evitar que los autónomos continúen prestando servicios y vendiendo productos a las administraciones sin cobrar las facturas y adelantando el IVA.
«Tener que adelantar el IVA de facturas no abonadas es una pesadilla más para los autónomos, que se añade a la falta de liquidez para mantener los negocios y al alargamiento de los plazos de cobro con las administraciones públicas, que de media superan los 161 días», ha denunciado el presidente de ATA, Lorenzo Amor.
ATA reclama que se cambie el sistema de tributación del IVA para que el colectivo deje de adelantar impuestos de trabajos realizados, de servicios prestados, facturados, aún no cobrados y sin saber cuándo se harán efectivos.
«Si hace nueve meses los autónomos no podían ser financieras del Estado, tributando un IVA de facturas no cobradas, hoy, con una falta de liquidez extrema, los autónomos tampoco pueden ser un banco pagando el IVA de lo que no hemos cobrado de las propias administraciones. Ahora más que nunca se hace necesario que el Gobierno cumpla con su compromiso de arreglar el problema del adelanto del IVA», insiste Amor.
Amor advierte de que este drama «se agravará» en el próximo trimestre, cuando en octubre se liquide de nuevo el IVA, pues el impuesto subirá del 18% al 21% en el tipo general y del 8% al 10% en el reducido como consecuencia de las últimas medidas del Gobierno. «La asfixia será aún mayor», ha avisado ATA.