El presidente de Francia, François Hollande, ha pedido que deje de cuestionarse la permanencia de Grecia en la zona euro, pero solicitó al país pruebas de «credibilidad» respecto a sus compromisos de reformas y ahorro.
En un encuentro entre ambos en el Palacio del Elíseo, el jefe del Estado francés saludó «el esfuerzo que el pueblo griego ha realizado dolorosamente desde hace dos años y medio», y consideró que las autoridades del país «deben ir hasta el final» de manera que ese proceso «sea soportable para la población».
Hollande, al igual que lo había afirmado esta semana la canciller alemana, Angela Merkel, añadió que hay que esperar el informe de la troika formada por la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) antes de que Europa «haga lo que deba hacer».