El Ibex 35 cedió un 0,37% al cierre de la sesión, pero logró aferrarse por los pelos a la cota de los 7.300 enteros, a la espera de que el Banco Central Europeo (BCE) adopte medidas no convencionales para calmar a los mercados y de que el Gobierno dé luz verde este viernes al nuevo decreto de reforma financiera.
El índice mitigó el retroceso en los últimos compases de negociación después de que el presidente del BCE, Mario Draghi, alimentara las esperanzas de la compra de bonos soberanos, lo que alivió la prima de riesgo de España y la estableció en 509 puntos, prácticamente el mismo nivel que marcaba ayer al cierre y diez menos de los que llegó a marcar durante la jornada.
No obstante, los inversores siguen pendientes de los problemas de las autonomías para afrontar sus necesidades de liquidez, después de que Valencia, Cataluña y Murcia vayan a acaparar con su solicitud de rescate la mitad de la dotación del fondo articulado por el Estado, de 18.000 millones de euros.
En comparación con otras plazas europeas, el Ibex mejoró el comportamiento de París (-0,6%) y Londres (-0,4%), pero no así el de Francfort, que casi acaba en terreno positivo (-0,07%). Milán también cedió un 0,3%.
Gamesa (-2,33%) y Arcelormittal (-2,02%) lideraron los descensos de un selectivo madrileño, lastrado especialmente por grandes valores como Santander (-1,53%), Iberdrola (-1,26%), Telefónica (-1,03%) y Repsol (-0,83%). BBVA escapó del rojo (+0,43%).
En el lado de las ganancias, Bankia se disparó un 16,15% y le sacó varias cabezas de ventaja al segundo mejor valor del ranking, Sabadell (-2,38%).