La economía española siguió cayendo a un «ritmo significativo» en el tercer trimestre del año, en un entorno en el que la tensión financiera permaneció en cotas «muy elevadas», según el último boletín económico elaborado por el Banco de España.
Sin embargo, el supervisor financiero explica que la información del trimestre es todavía «incompleta» y apenas incluye indicadores cuantitativos que permitan anticipar el impacto de la subida de IVA que entró en vigor el 1 de septiembre.
En el segundo trimestre, el PIB cayó un 0,4% en términos intertrimestrales, una décima más que en el primer trimestre del año, y un 1,3% en términos interanuales, siete décimas más que los tres primeros meses del ejercicio.
En el tercer trimestre, el Banco de España observa que casi todos los indicadores de la economía siguieron empeorando, como la inversión en bienes de equipo o la inversión en construcción, que continúa el fuerte ajuste experimentado de los últimos años.
En relación al consumo privado, el banco emisor destaca el deterioro de la confianza de los hogares en julio y en agosto, así como el empeoramiento de los indicadores cualitativos del sector, menos las matriculaciones, que experimentaron un notable aumento intermensual en agosto por el adelantamiento de las compras ante la subida de IVA.
En cuanto al turismo y tras el empeoramiento del segundo trimestre, ve una mejora interanual de este indicador entre julio y septiembre, tal y como reflejan las entradas de turistas no residentes, que crecieron cerca del 5% de media en julio y agosto.
Según los últimos datos disponibles de Aduanas, el Banco de España también observa cierta mejora en las exportaciones reales de bienes, que aumentaron un 5,3% en julio, mientras que las importaciones crecieron un 4%, lo que contrasta con el descenso del segundo trimestre.
Por el lado de la oferta, el supervisor asegura que la información sobre la actividad industrial apunta a una prolongación de la debilidad en el sector, como se deduce de los datos de la confianza en la industria manufacturera o el índice de producción industrial, que creció un 0,2% gracias a las ramas energéticas.
Por su parte, los datos del sector servicios tampoco ofrecen indicios de recuperación en el tercer trimestre, como demuestran las cifras del sector referidas a la confianza, las afiliaciones a la Seguridad Social o los indicadores de actividad de los servicios.
Estabilización en el mercado laboral
En el mercado laboral, la institución gobernada por José María Linde ve cierta estabilización en el proceso de destrucción de empleo iniciado en la segunda mitad del año pasado en las tasas intermensuales de afiliación a la Seguridad Social.
Asimismo, afirma que el paro registrado, a pesar de mantener su tendencia al alza, estabilizó su tasa de variación interanual en agosto en el 12%, igual que la observada en el mes de junio.
En materia salarial, el Banco de España asegura que la información más reciente sobre la negociación colectiva apunta al mantenimiento de la tendencia gradual de moderación de salarios, aunque la negociación está «muy retrasada» y contempla un porcentaje muy pequeño de convenios de nueva firma.
Sobre el IPC, el supervisor financiero constata que elevó cinco décimas su ritmo de crecimiento interanual en el mes de agosto, hasta el 2,7%, por el comportamiento de los precios energéticos y la aceleración de los precios de los alimentos no elaborados.
Menor presión en los mercados
Respeto a la evolución financiera en España, destaca que en el mes de agosto y la parte transcurrida de septiembre los mercados financieros españoles han estado sometidos a una menor presión, que ha permitido una revalorización de los índices bursátiles y una disminución de la prima de riesgo.
Por su parte, la información más reciente de los balances de los agentes no financieros (julio) muestra un ligero aumento en el ritmo de contracción de la deuda de empresas y familias y de sus activos más líquidos, así como cierta aceleración en los fondos captados por las administraciones públicas.
Los datos provisionales para agosto, según el Banco de España, apuntan a que la tasa de retroceso interanual de la financiación bancaria a las sociedades habría vuelto a elevarse, mientras que la del crédito a los hogares apenas habría variado. Asimismo, se aprecia una moderación en el ritmo de caída de los activos más líquidos en manos del sector privado no financiero.
Estrella Digital/EP