Como si no existieran más de cinco millones de parados, como si no se hubiera aprobado una reforma laboral fulminante, como si la subida del IVA no se hubiera producido o como si la educación y la sanidad públicas no hubieran sido devastadas. Aunque permanece blindado tras el 25S, la paz reina en el Parlamento.
Nos encontramos ante un panorama desolador que se dirige sin frenos a la desaparición de los derechos sociales conseguidos a lo largo de más de trienta años.
La posible extinción del Estado del bienestar se encuentra inmersa en la incertidumbre de un rescate que acecha a nuestro país y que augura la aplicación de unas condiciones voraces.
Y es que mientras todo eso ocurre, la clase política se ha dedicado las últimas semanas a debatir sobre la permanencia de Cataluña dentro del Estado, sobre la posible reforma de la Constitución para implantar un modelo federal, o el adelanto de elecciones, etc.
A día de hoy ningún diputado ha empleado los micrófonos de los escaños del hemiciclo para decir “basta”.
Por eso, el miedo de los socialistas que advertían del posible deterioro de la confianza del conjunto de la sociedad en las instituciones políticas, ha llegado.
Los ciudadanos, avalados con motivos suficientes han salido a la calle y han acudido al Congreso porque consideran que es ahí es donde se encuentra el origen del problema.
Un toque de atención que ha pasado desapercibido en la Sesión de Control al Gobierno de este miércoles. “¿Cómo piensa mejorar la coordinación del Gobierno?”. Así ha iniciado Soraya Rodríguez, portavoz socialista en el Congreso, el turno de preguntas al Ejecutivo. Y como ya ocurrió en la sesión de la semana pasada, la respuesta de Soraya Sáenz de Santamaría ha sido prácticamente la misma: la herencia recibida. “Coordinamos y pedimos esfuerzos al conjunto de la nación con los escasos medios que tenemos, los que ustedes nos dejaron”, ha afirmado la Vicepresidenta.
Un juego de dos que consiste en tirar balones fuera y que evidencia la falta de perspectiva del Gobierno y de la oposición. Por un lado, Rodríguez critica las declaraciones ofrecidas por Santamaría en la ‘Cadena Ser’. “Ayer era el peor día para que usted dijera en un medio de comunicación que cuando recordaba las cosas que decía en la oposición se sonreía. Era el peor día porque muchos ciudadanos estaban reclamando al Congreso más política”. Y por otro, Santamaría propone un pacto y asegura que “a los ciudadanos les gustaría que nos coordináramos juntos”. Una vez más, preguntas y respuestas que no aclaran la situación ni orientan hacia un futuro seguro. Puede ser que por eso, después del 25-S se ha promovido otra convocatoria para este miércoles.
Marina García-Rico