Tras la presentación de los Presupuestos Generales de 2013 anunciados por el Gobierno, los socialistas han querido denunciar la letra pequeña del documento. Según ha afirmado la secretaria de Política Económica y Empleo, Inmaculada Rodríguez Piñero, el Ejecutivo «pone en riesgo las pensiones de los actuales y futuros pensionistas». Los ha calificado como «los presupuestos de la depresión» y ha declarado que la «incompetencia» de Moncloa para resolver la crisis financiera «le está saliendo muy caro a los españoles».
Es la primera vez que el Gobierno utiliza los Fondos de Reserva, es decir los ahorros logrados durante la etapa de crecimiento, para garantizar las pagas de los jubilados. Acción que ha alarmado a los socialistas porque creen que ha tocado «lo más sagrado».
Para Rodríguez Piñero se trata de un documento que augura un pronóstico económico y social «injusto, ineficiente y poco creíble». Los socialistas denuncian que se trata de los mismos presupuestos presentados en el 2012 y advierten de que «no van a resolver el problema económico, ni el problema del paro ni la reducción del déficit». «El próximo año nos gastaremos 10.000 millones de euros más en pagar los intereses de la deuda, una cantidad que supera los gastos en personal», ha resaltado.
Además, desde el PSOE avisan de que el anuncio del Gobierno no es verosímil y «por eso los mercados castigan al Ejecutivo». Respecto a la creación de una autoridad fiscal para vigilar el gasto de las administraciones, se muestran escépticos. Desde Ferraz interpretan este nuevo control como una «imposición» de la troika para «quitarle competencia» al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. «Nos han querido vender falacias», ha subrayado la secretaria de Política Económica y Empleo.
La postura de la oposición es clara y exigen la rectificación de los Presupuestos porque son los ciudadanos los que «pagan» una gran «presión» sobre su nivel de vida. Creen que una alternativa es posible y han insistido en la posibilidad de implantar el impuesto en las grandes fortunas, pero lamentan que el concepto de «equidad» no forme parte de los planes del Gobierno.