La banca no podrá transferir al ‘banco malo’ activos adjudicados del ‘ladrillo’ de menos de 100.000 euros ni préstamos por importe inferior a 250.000 euros, según adelantó este miércoles en el Congreso de los Diputados el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos. En su comparecencia ante la comisión del ramo para dar cuenta de la última reforma financiera y de los resultados de la prueba de esfuerzo de Oliver Wyman, Guindos avanzó que la sociedad de gestión de activos (SGA), conocida como ‘banco malo’, «no aceptará determinados activos con el objetivo de facilitar su gestión».
El ‘banco malo’ adquirirá los activos tóxicos del ladrillo de las entidades nacionalizadas o que reciban ayudas públicas «a precios muy conservadores» y permitirá abaratar la vivienda, porque, además de sanear los balances de los bancos, aspira a dinamizar el mercado inmobiliario en España. «Pondrá a disposición de los españoles «viviendas a precios más reducidos», sostuvo.
Al término de su comparecencia, Guindos especificó que es pronto para hablar de a qué descuento sobre el valor en libros comprará el ‘banco malo’ los activos, pero recalcó que el precio «ha de ser lo suficientemente conservador y cauto» como para que el instrumento resulte rentable a medio y largo plazo y atraiga la inversión privada.
El objetivo del Gobierno -especificó el ministro de Economía- es que entidades financieras sanas, aseguradoras y fondos de inversión, entre otros, tengan una participación mayoritaria en el capital del ‘banco malo’ de al menos el 55%. Guindos reconoció que el precio de compra de activos puede «provocar pérdidas en los bancos ayudados», contingencia para la que se podrán emplear las ayudas europeas. «La entidad que suelta activos al ‘banco malo’ está relativamente cubierta. Tenemos que tener los dos instrumentos», enfatizó.
Por esta razón, el ministro precisó que para sanear la banca el Gobierno combinará el uso de la sociedad ideada para limpiar sus balances de ‘ladrillo’ y de los aproximadamente 40.000 millones de euros de fondos europeos que solicitará para cubrir las necesidades de capital. A su parecer, el ‘banco malo’ se perfila como una herramienta de saneamiento bancario «más importante incluso que las ayudas de capital» que se pedirán para rellenar el déficit identificado por la consultora Oliver Wyman por más de 53.000 millones de euros.
Acabar con los ‘zombies’ para que fluya el crédito
El ‘banco malo’ presenta dos ventajas: sus quince años de andadura previstos y la financiación, apuntó. «El suelo hoy puede ser un activo malo, pero adquirirá valor con el tiempo», ilustró Guindos, convencido de que el Gobierno dispone de los medios para acabar con las entidades «zombies» que «contaminaban injustamente» a las sanas.
No obstante, Guindos aclaró que el objetivo del Ejecutivo no es la liquidación de las entidades nacionalizadas (Bankia, Novacaixagalicia, CatalunyaCaixa y Banco de Valencia), sino su reestructuración y la venta de los negocios más rentables. «Las entidades controladas por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) tienen una parte que vale mucho y otra contaminada. Estamos separándolas, porque este método «servirá para pagar el préstamo» europeo, especificó. «El cierre ‘per se’, el achatarramiento, no es una alternativa», argumentó.
Sobre si las medidas articuladas por el Gobierno para sanear y recapitalizar la banca permitirán que fluya el crédito a la economía, el ministro sostuvo que limpiar los balances de la banca es una condición imprescindible para alcanzar este objetivo, si bien reconoció que «no es la única».