A Mariano Rajoy le «preocupa» la huelga general y le «preocupa» que sus decisiones estén afectando al «bienestar general de los españoles». Así lo ha explicado en la rueda de prensa que este viernes ha concedido en Bruselas al término del Consejo Europeo. Según el presidente español, a él es al primero que no le «gustan» las medidas que está adoptando, pero asegura no tener más opción. Subiendo impuestos y controlando gastos, es según Rajoy, la única manera de sentar las bases para la recuperación económica. «Estamos haciendo reformas duras. Soy consciente», ha explicado el líder del Ejecutivo español, quien ha aprovechado la intervención de este viernes para asegurar que el «grueso de las medidas» ya es conocido, y que si tuviera que adoptar más lo haría de una manera «equitativa».
Según fuentes gubernamentales, la posición del Gobierno sobre las huelgas generales sigue siendo la misma que cuando estaban en la oposición: no es lo más conveniente para España. Tal y como ha podido explicar el mismo presidente, la huelga no «ayuda en nada» a la recuperación económica española. «Como es lógico, yo no comparto esta convocatoria», ha dicho el líder del Ejecutivo español, quien ha pedido a sindicatos y oposición remar «todo juntos» en la misma dirección. «Francamente, no servirá de nada y perjudicará a la imagen de España en el exterior», ha advertido.
Los sindicatos, por su parte, siguen en sus trece. Este viernes, hacían oficial la fecha definitiva elegida para la segunda huelga general desde que Mariano Rajoy llegara al poder: el 14 de noviembre, día en el que también se sumarán al paro general, Portugal, Grecia, Malta y Chipre. En declaraciones a los medios de comunicación durante la reunión del Consejo Confederal de CCOO, el secretario de Comunicación, Fernando Lezcano, ha confiado en que el apoyo a la huelga será «masivo» y ha dicho que los sindicatos están cargados de razones para convocar el paro.
En este mismo sentido, ha confiado en que la que será la séptima huelga general de la democracia suponga un cambio «significativo» en el juego de poderes en la UE, al tiempo que resaltó el salto cualitativo «espectacular» que la huelga general ibérica ha supuesto a nivel de coordinación sindical en el ámbito europeo. Un discurso muy similar al desgranado por el otro gran sindicato mayoritario, la Unión General de Trabajadores (UGT). Su secretario de Acción Sindical, Toni Ferrer, ha pedido este viernes a los trabajadores que no tengan «miedo» a «perder un día de su salario» por secundar la huelga general que están ultimando los sindicatos para el próximo 14 de noviembre. De hecho, Ferrer ha emplazado a la gente a apoyar esta movilización porque las políticas del Gobierno «de recorte y ajustes» provocarán que «no se pierda un día de salario, sino el salario completo».
Jornada de lucha europea
La idea de hacer en España una huelga general el 14 de noviembre se inscribe en el marco de una jornada de lucha europea, en la que otros países, sobre todo los periféricos, también emprenderán acciones de protesta y huelgas contra los recortes. UGT, que llevará esta tarde su propuesta de huelga general a la Cumbre Social, se ha referido también a las críticas que ha hecho el PP a los sindicatos por plantearse una nueva huelga general. En su opinión, «la derecha no puede descalificar» el paro general porque existen «más que razones» para llevarlo a cabo.
Preguntado por si cree que el sindicato de la función pública CSI-F se adherirá finalmente a la convocatoria de huelga, Ferrer ha señalado que «por respeto» tiene que ser la propia organización la que decidida si se suma o no al paro general en España. Por último, Ferrer ha asegurado que «no hay ningún contacto» con miembros de la patronal para presentar un acuerdo ante el Gobierno que permita desconvocar la huelga general, aunque ha aseverado que las acciones de la CEOE «están reconociendo explícitamente que hay razones para la huelga general».