Los ministros de Pesca de la Unión Europea han acordado por amplia mayoría que las ayudas al desguace y otras medidas de apoyo al sector, como las subvenciones al cese temporal y a la modernización de la flota, sigan existiendo, al menos hasta 2017, en el marco del futuro Fondo europeo marítimo y pesquero (FEMP) que Bruselas propone dotar con 6.500 millones de euros para el periodo 2014-2020.
El acuerdo ha llegado en torno a las 04:00 horas de la madrugada del miércoles tras el pulso que desde el lunes mantenían, por un lado, los países que defienden estas ayudas, con España y Francia a la cabeza, y, por otro, los detractores, representados por Reino Unido, Países Bajos, Suecia y Alemania.
La comisaria de Pesca, Maria Damanaki, también dejó claro durante las negociaciones que no veía con buenos ojos este tipo de subvenciones a la flota porque las considera medidas «del pasado» y advirtió de que el presupuesto es limitado y debería reorientarse hacia acciones innovadoras.
Finalmente, la presidencia rotatoria de la UE, que este semestre ocupa Chipre, consiguió una solución de compromiso que convenció «a una gran mayoría» de Estados miembros, según indicó en una rueda de prensa al término del encuentro por el ministro chipriota, Sofoclis Aletraris.
El pacto limita las ayudas al desguace hasta 2017 y las hace incompatibles con otros apoyos al cese temporal de la actividad, al tiempo que fija un techo del 15 por ciento en la asignación de cada país (o un máximo de 6 millones de euros) que se podrá destinar a las medidas para la reestructuración de la flota, incluidas las paradas temporales y la modernización de los motores.
Fuentes europeas han señalado que Alemania, Bélgica y Malta no respaldaron el documento final.
De hecho, en un debate público mantenido de madrugada, la delegación alemana expresó sus reservas a que las ayudas del desguace se contemplen hasta 2017 (en el primer borrador se fijó el límite en 2016) y criticó que se permitiera a cada Estado miembro dedicar hasta un 15 por ciento de sus fondos del FEMP a subvencionar medidas de reestructuración.
La representación belga también consideró «insuficientes» las condiciones incluidas para la activación de las ayudas.
El ministro español, Miguel Arias Cañete, presionó desde el lunes para que el nuevo FEMP siguiera financiando el desguace y otros apoyos al sector para permitir su adaptación a las exigencias de pesca sostenible y protección de los recursos que persigue la Unión Europea.
En el debate público de madrugada consideró «razonable» el techo del 15 por ciento para estas ayudas por cada país, pero solicitó «incrementar hasta 2018» el tope para subvencionar el desguace porque «es lo que se necesita para la adaptación de la flota».
La fecha límite para las ayudas al desguace fue una de las razones de enfrentamiento entre los dos bloques de países, ya que las grandes potencias pesqueras -Francia, España, Polonia_abogaban por su existencia hasta 2018.