El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado este jueves en una comparecencia en La Moncloa que excluida la deuda pública, «más del 63% de los Presupuestos Generales del Estado irá a parar en 2013 a sufragar los gastos sociales”. Esto constituye, en su opinión, la muestra más «elocuente» de cómo el Estado de Bienestar «se sustenta en la solidaridad de todos». Un argumento muy en la línea del que su ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, defendió este martes en el Congreso de los Diputados durante el debate de las once enmiendas a la totalidad que habían presentado la oposión y que tantas críticas ha generado.
De hecho, la oposición ha tildado este dato de «tramposo», ya que el Gobierno no toma como referencia el total de las cuentas para 2013, sino lo que quedará en las arcas del Estado después de pagar 38.600 millones de intereses por la deuda pública. Hasta el momento, siempre se había incluido dentro del cálculo del gasto social los intereses de la deuda. No obstante, en esta ocasión, el Gobierno ha optado por dejarlo fuera. De tal forma, que el porcentaje real de gasto social en los Presupuestos Generales de 2013 si se incluye el pago de la deuda es del 55,9%, una cifra muy similar a la de 2012.
Ingresos de la Agencia Tributaria
En otro orden de cosas, el presidente también ha anunciado que la Agencia Tributaria ha ingresado cerca de 8.500 millones de euros hasta el mes de septiembre «gracias a las medidas adoptadas para luchar contra el fraude fiscal». Mariano Rajoy ha agradecido a los profesionales que trabajan en la Agencia Tributaria su trabajo, que ha calificado de fundamental «no sólo por la labor que desempeñan sino también por la dedicación y la competencia técnica» con la que lo desarrollan.
El presidente ha hecho estas declaraciones al término de la reunión que ha mantenido en la residencia presidencial con la cúpula de la Agencia, encabezada por su directora, Beatriz Viana, en la que también han participado la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y titular de Hacienda. El objetivo de esta cita -según ha explicado Rajoy- era conocer los últimos avances de la lucha contra el fraude y valorar la ley de lucha contra el fraude fiscal aprobada este miércoles por el Senado.
«Todo lo que es nuestro lo hemos pagado entre todos con el dinero y el esfuerzo de todos y la suma de estos esfuerzos es lo que mantiene carreteras, pensiones, hospitales, escuelas y universidades», ha afirmado. Por tanto, más allá de ser una obligación legal, «cumplir con nuestra parte y pagar los impuestos es, ante todo, la expresión de nuestra solidaridad», pues «quien no paga sus impuestos hace uso de unos servicios que le están pagando otros. Quien no contribuye exige un mayor esfuerzo a los demás».
Lucha contra el fraude
Para la consecución de estos objetivos resulta fundamental, según el presidente, “que el Estado se dote de elementos disuasorios para evitar la
evasión y el fraude fiscal”, pues “la economía sumergida merma la riqueza de todos”.
Para ello el Gobierno “ha puesto en marcha una nueva ley antifraude fiscal que, junto a las nuevas herramientas legales recogidas en el Código Penal, es con toda probabilidad la reforma legal contra el fraude más ambiciosa de la democracia”. Los esfuerzos contra el fraude fiscal, ha asegurado Rajoy, tienen su fruto: “Con la aplicación del plan de control tributario de este año la Agencia Tributaria ha ingresado casi 8.500 millones entre enero y septiembre, casi 1,5 billones de las antiguas pesetas”.
El presidente ha concluido su intervención diciendo que el Gobierno “tiene la obligación de hacer del fraude fiscal una práctica en desuso porque es de justicia y porque este camino nos acerca a nuestro objetivo, que no es otro que crecer y crear empleo”. Ha añadido que “es nuestra responsabilidad cuidar de cada euro, administrarlo con inteligencia y con el respeto que merece el sacrificio que esta riqueza cuesta generar. Este Gobierno tiene muy claro su mandato y no dudaremos en hacer todo lo que esté en nuestra mano para cumplir con ese compromiso”.