La agencia de rating Moody’s ha situado este sábado la máxima calificación, la ‘triple A’, que ostenta el Banco Europeo de Inversiones (BEI) en perspectiva negativa por la posibilidad de que algún país salga de la eurozona.
En un comunicado, Moody’s achaca esta revisión de la calificación del BEI al «potencial existente que eventos poco probables, aunque de alto impacto –incluyendo la posibilidad de múltiples salidas de la zona euro–, pudieran causar importantes desajustes» en el BEI, así como en el Banco de Desarrollo del Consejo de Europa (BDCE) y el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD).
Un escenario que contemple la salida de un país de la eurozona comportaría un escenario adverso en los mercados que terminaría afectando a los principales contribuyentes de estos tres fondos para el desarrollo y, por ende, a las mismas, certificando su «fuerte correlación» en esos «extremos escenarios», según la agencia.
Así pues, Moody’s también ha situado en perspectiva negativa al BDCE, aunque mantiene la previsión estable de la calificación del BERD. Esta decisión se produce una semana después de degradar un escalón –y quitar la máxima calificación– a los fondos de rescate europeos permanente, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) y al temporal, el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF).
En BEI es un órgano perteneciente a los Veintisiete y su cometido principal es financiar proyectos de infraestructuras, energéticos y medioambientales a bajos tipos de interés en países de la Unión Europea y en potenciales candidatos. El Presupuesto que manejó el BEI en 2008 rozó los 60.000 millones de euros.
Por su parte, el BERD financia de forma parcial a bancos y compañías en proyectos empresariales y de inversión con condiciones especiales fijados en base al sector, la región y el país. Acepta donaciones de órganos oficiales internacionales y nacionales a fin de fomentar el desarrollo a nivel local con asesoramiento de expertos del BERD.
Por último, el BDCE desempeña un papel catalizador de financiación y promoción de proyectos que impulsen, principalmente, la cohesión social, la protección medioambiental y el retorno de los refugiados a sus lugares de origen con un carácter marcadamente local. En el decenio 1995-2004 gestionó unos 86 millones de euros